Mientras tanto Irina… La mujer ya había aprendido algunos pasos de baile que le enseñó Ambar. Sin embargo, la pelinegra le mostró los pasos que ella sabía, cosa que a la morena exótica le pareció muy interesante. —Oye, me agradan mucho esos pasos, pero si quieres puedes combinar la danza del vientre con los que yo te enseñé que son más provocativos ¿Qué dices? Irina, a pesar de haber estado mucho más nerviosa hace tiempo atrás, estaba empezando a soltarse un poco gracias a Ambar quien era una experta en romper el hielo. Aquella morena exótica de personalidad muy vibrante, era capaz de hacer que la persona más introvertida se abriera en un dos por tres, todo gracias a su experiencia por diez años en ese club. Entonces, Irina con una mini sonrisa, porque gracias a Ambar se sentía un po

