Ava: Lamentablemente, y sin ninguna ganas de volver a la realidad, al día siguiente llegamos de vuelta a New York City. El día es gris y frío, y cuando aterrizamos en el aeropuerto un vacío inexplicable me aprieta el corazón. > Me repito una y otra vez. Pensando en que el tiempo en el que todos caigan será rápido y Maxon y yo volveremos juntos en un abrir y cerrar de ojos. ― ¿Todo bien, pequeña? ― Pregunta y en ese solo segundo caigo en cuenta que ese bebé que Olivia espera puede ser una niña y que será su pequeña. El sentimiento me abruma y parpadeo mil veces para evitar lagrimear al frente de Maxon. ―Si, solo pensando en que espero que esto se acabe pronto.― susurro sin mirarlo a los ojos. Aprovecho y agarro mi bolso y cuando la aeromoza nos dice que podemos empezar a bajar me

