Despertarse con el canto de un gallo y los aullidos de unos lobos que parecían estar horriblemente cerca de la casa que le habían dado para vivir junto al resto de sus compañeros, fue una nueva experiencia para Andy que se estaría repitiendo, hasta que se acabase el periodo de tiempo que prometieron estar ahí para ayudar. Y a diferencia de sus compañeros, Andy no estaba particularmente molesto por la casa que preparan para ellos durante su estadía. Sí, era un poco molesto el tener que compartir un espacio con otros, especialmente cuando estaba acostumbrado a estar solo, pero esa era el único factor realmente molesto de la situación. Considerando todo lo que había apreciado el día anterior en la manada Luz de luna, el pequeño humano si apreciaba la casa que le habían entregado, a diferenc

