La atención de Drake estaba dividida entre la habitación donde estaba descansando el cachorro, y en el pequeño humano que se encontraba sentado a su lado, obviamente luchando con mantener sus ojos abiertos. Hacia su buen rato que el cuerpo del ratoncito había comenzado a balancearse siguiendo el movimiento de su cabeza, y el alfa dominante estaba seguro de que este en cualquier momento caería al suelo, razón por la cual se mantenía atento. Desviando sus dorados ojos a la puerta al percibir ruido, Drake esperó a que el padre o la madre del niño saliera para dar información, cuando los segundos pasaron y nada ocurrió, el alfa dominante volvió la mirada al hombrecito y su cuerpo reaccionó mucho antes que su mente al verle inclinarse hacia adelante, evitando así que su rostro se estrellara co

