Continuación del capítulo anterior... Empece a desanudar primero sus piernas, al agacharme olí su sexo, y sin pensarlo pase un par de dedos por él, sintiendo el calor y humedad que aun mantenía, ella gimió echando la cabeza hacía atrás, luego le desate los brazos dándole besos melosos en su cuello. En cuanto quedo libre, se abalanzó sobre mí, pero tan solo la abrace unos segundos y con un beso en la frente, la separe y le dije: —Ahora no estoy preparado, necesito recuperarme, recompónte la ropa y espera un poco, como si fuese a empezar todo de nuevo —la verdad es que contrariada, se abrocho la blusa, tras cubrir sus tetas con el sostén, y desenredo la falda de su cintura, hasta cubrir sus muslos; lo de las bragas, que mantenía puestas, tenía peor arreglo pues rotas como estaban, dejaban

