Capítulo 1

2272 Words
— Creo que al menos perder la memoria me ayudo a no extrañar tanto a mi familia, digo... — Aclaro mi garganta y prosigo. — De vez en cuando tengo pesadillas y despierto entre lágrimas, pero pude seguir con mi vida ¿Cree que eso esté mal? El doctor Brauer se acomoda en su asiento y se quita sus anteojos. — En lo absoluto, mereces vivir tu vida, tu familia lo querría así. ¿Sigues teniendo pesadillas con frecuencia? Su absoluta atención está en mi respuesta, me recuesto en el sofá para no tener que verlo a la cara al responder. — Sí. — Digo en un susurro. — ¿Quieres hablarme sobre tus pesadillas? — No. — Digo en un susurro casi inaudible. — En cada sesión me dices que tienes pesadillas, pero no hablas sobre ellas ¿No te sientes lista para compartirlas? — Es demasiado doloroso ¿Sabe? Hasta cuando pienso en esas pesadillas siento un nudo en el estómago, además no recuerdo todos mis sueños, a veces solo sé que tuve pesadillas porque me despierto sintiéndome triste. — Puedes contarme el que más recuerdes. — Hay uno en particular que sueño con mucha frecuencia, veo a un policía apuntando a mi madre con un arma, cuando grito al ver a mi padre en el suelo él le dispara, yo corro por un largo pasillo hasta llegar a una puerta entre abierta, cuando estoy dentro de la habitación un hombre con un pasamontañas comienza a apuñalarme, intento detenerlo, pero es inútil, despierto justo en el instante en que se detiene y está a punto de quitarse el pasamontañas, nunca puedo ver su rostro, ni el del policía. — Quizás viste los rostros de esas personas, tu subconsciente está intentando recordarlos, pero aún no ha podido hacerlo. — Desearía poder recordarlos, así tal vez podría ayudar a la policía a resolver el caso. — Estoy muy seguro de que podrán resolverlo aun si no recuerdas lo que paso, hablando de eso ¿Has recordado algo? — Solo esa imagen en mi mente del beso bajo la lluvia y... — Hago una pausa antes de continuar — El rostro de un hombre, pero no sé quién es. Intento recordar algo más, cualquier cosa, pero es imposible, solo sé que siento escalofríos cuando pienso en él. Limpio las lágrimas de mis ojos y suspiro, no me di cuenta en qué momento comencé a llorar. — ¿No recuerdas algún nombre? ¿Algún lugar? De repente vino a mí la imagen de un bosque y mi cabeza comenzó a doler, el bosque se ilumina con la luz de la luna y al fondo veo una silueta. — ¿Emily? ¿Estas bien? — Pregunta al notar que mi mirada está como perdida. — Si. — Sonrío. — Después de casi dos años recordé algo más. — ¿Qué lograste recordar? — Me observa expectante. — Un bosque, sé que estuve en ese bosque. — ¿Cuál bosque? — No lo sé, pero estaba oscuro y al final vi una silueta. — Bueno, creo que has progresado desde tu primera visita. Tal vez tu subconsciente está intentando recordar a alguien importante en tu vida. — Si, eso creo. — Me encojo de hombros. — Utiliza lo que has recordado como punto de enfoque e intenta recordar algo más sobre eso, pero no te esfuerces mucho, los recuerdos brotan por si solos, si te presionas nunca surgirán. — Si, lo sé, me lo dice bastante seguido. — Aún quedan diez minutos ¿Quieres hablar sobre algo más? — ¿Cree que sea mi culpa lo que le pasó a mi hermano? — ¿A qué te refieres? Nunca me habías mencionado algo como esto. — Anota algo en su libreta. — Por lo que he leído mi hermano y yo estábamos en su habitación teniendo una discusión cuando asesinaron a mis padres, intenté esconder a mi hermano, pero, lo encontraron, luego nos apuñalaron... él murió en el hospital. Si tan sólo hubiese sido más fuerte, a veces desearía haber muerto yo y no él. — Emily, tu hiciste lo que pudiste por tu hermano ¿Que más podrías haber hecho? No pienses en lo que pudo ser, piensa en tu futuro y como te he dicho en otras sesiones, vive tu vida por ellos. La misma frase resuena en mi cabeza una y otra vez. — Eso ya lo he escuchado antes. — Lo ves, ya tienes otro recuerdo. — Anota algo más en su libreta. — Si, eso creo. Lo veré el siguiente viernes. — Hasta pronto Emily. Al salir del consultorio encuentro a Andrew sentado en uno de los sillones de la sala de espera, está jugando en su celular, al notar mi presencia bloquea la pantalla y alza la vista. — ¿Por fin lograron curar tu locura? — Dice Drew riendo. — Jamás podrán hacerlo. — Digo riendo con él. — Vamos, te invito a un café. — Dice Drew. — Acepto ir solo porque no tengo nada mejor que hacer. Andrew me lleva a una calle desconocida, allí hay un café al que nunca habíamos ido, todo es color crema, café o beige. Las mesas son de madera, los asientos tienen forma de marshmallow y los menús forma de taza, nos sentamos en una mesa junto a una ventana, afuera está nevando ligeramente así que me pierdo en aquella vista. Una mesera se acerca a nosotros para tomar nuestra orden, yo pido un frappé y Andrew un café n***o. — ¿No hay mucho frío para un frappé? — Andrew me ve con extrañeza en su mirada, algo así como si fuera un bicho raro. — No me importa, es mi bebida favorita. Métete en tus asuntos ¿Sí? — Frunzo el ceño. — Tranquila, ya no te juzgaré. — Me ve como un perrito regañado. Cuando nuestra orden llegó nos dimos cuenta de que el tamaño de nuestras bebidas era gigante, probé el Frappé, este estaba delicioso, Drew hizo lo mismo y quedo fascinado, por un segundo pensé que no podría terminarme el café, pero finalmente lo hice. Al acabar regresamos a casa del tío Frank la cual no está tan lejos del café. Ya es hora de cenar así que obligo a Drew a quedarse, de todos modos, a tío Frank le agrada Andrew, dice que es un buen chico y que puede venir a casa cuando quiera. Desde mi primer día aquí, tío Frank, me dejó muy en claro que su casa era mi casa, dijo que si necesitaba algo solo debía pedirlo. También me animó a entrar a la universidad, estoy en segundo año de veterinaria gracias a él. Es un maravilloso hombre, nunca podré agradecerle lo suficiente lo mucho que ha hecho por mí. — Emily. — Dice tío Frank. — ¿Estás prestando atención? — No, lo siento ¿Qué decías? — Sacudo mi cabeza para volver a la realidad. — Mañana es tu fiesta de cumpleaños ¿Qué quieres de regalo? — Nada, es suficiente con todo lo que haces por mí. — Vamos, piensa en algo y me lo dices mañana. — Esta bien, gracias. — Sonrío. — Veinticuatro años Em eres toda una anciana. No sabía que ya ibas a cumplir años. — Cállate Drew. — Digo tirándole una uva. Esta es mi nueva familia y no pude haber pedido una mejor. Sigo sin recordar a mi madre, a mi padre o a mi hermano, pero de lo que estoy segura es que ellos me quieren ver feliz y lo soy, gracias a tío Frank y a Drew. Al terminar de comer ayudo a Lory, una de las chicas de servicio, a levantar los platos de la mesa, siempre me gusta ayudar en lo que puedo. Coloco un par de uvas en un plato y me dirijo a la sala, Andrew está sentado en el sofá viendo televisión, me quito los zapatos antes de sentarme junto a él. — ¿Quieres? — Digo acercándole el plato de uvas. — Gracias. — Dice tomando una. Conocí a Andrew unos meses después de mudarme a Alemania, vive a unas casas de aquí, es la única persona aparte de tío Frank y Lory que habla español perfectamente, mi alemán ha ido mejorando, pero prefiero hablar mi idioma materno. El me enseñó los alrededores, hay muchas cosas que hacer por aquí, nuestra actividad favorita es ir al lago de Constanza a desayunar y a no ser que sea invierno nadamos y luego regresamos a casa. — ¿Em? — Me observa a mí y luego a la televisión. — Si dime. — Pregunto desconcertada. — La que está en las noticias se parece mucho a ti. — Señala la televisión. — ¿Qué? — Digo fingiendo reírme. — Claro que no, yo soy mucho más bonita. — No lo creo, solo mírala, ella es mucho más linda. Le quito a Drew el control de las manos para apagar el televisor. — ¿Por qué apagas la televisión? — Arquea su ceja derecha. — Porque... Ya debes irte, se me olvidó que debía hablar con tío Frank sobre mi fiesta. — Digo llevándolo a la puerta. — Esta bien, te veré mañana. Cierro la puerta antes de salir corriendo hacia la oficina de tío Frank. Toco su puerta antes de entrar. — ¿Qué sucede Emily? — Podrías encender tu televisor, pon las noticias del canal 9. El día de mañana se cumplen dos años de la muerte de Halley Messer, sin duda una fecha que su familia no puede olvidar, recordaremos también que su padre, Marcus Messer, su madre, Alejandra Messer y su hermano, Jonathan Messer, fueron asesinados el 4 de diciembre del año anterior. Nunca se logró dar con los responsables por lo que el caso está por cerrarse aún sin estar resuelto. — Andrew vio mi fotografía en las noticias, dijo que me parezco a ella. — No te pareces tanto a ella, ahora tienes cabello rubio cenizo, ojos verdes, operaron tu nariz para que no fuera igual y te maquillas para que tus lunares no se vean, ahora para todos naturalmente eres así. Incluso tuviste tratamiento para que tus cicatrices desaparecieran. Nadie podría reconocerte Emily. — Lo sé, tal vez Drew me conoce mucho y por eso nos vio muy parecidas. Mañana hablaré con él sobre eso. — Esta bien. Ahora ve a descansar, mañana será un largo día. — Espera tío Frank. ¡Mi cumpleaños es mañana! El de Halley también será mañana. — Lo sé, fue un error haberlo celebrado el mismo día ¿Andrew sabe que cumples años el 1 de agosto? — No, solo sabe que mañana lo celebraremos. — Esta bien, mañana es sábado, diremos que lo celebramos antes porque nos vamos a ir de viaje para tu cumpleaños. — Si, está bien. De todos modos, ahora tengo un año más gracias a que así lo registraste en los archivos del gobierno. — Si, por suerte se me ocurrió. Ya no te preocupes más por eso, todo va a estar bien. — Eso espero. — Digo abrazando a tío Frank. — Ya me voy a dormir. — Esta bien, feliz noche Emily. — Feliz noche tío Frank. Salgo de su oficina en dirección a mi habitación, como siempre cierro las ventanas y pongo llave en la puerta, enciendo la luz de mi lampara antes de apagar la luz de la habitación, recostada en mi cama solo puedo pensar en las noticias, aún siguen hablando sobre mi familia y sobre Halley, poco a poco me quedo dormida pensando en las noticias, de pronto me veo corriendo por un pasillo, es muy largo, corro y corro pero no llego a ningún lugar hasta que veo una puerta, con mucho temor tomo la perilla, la giro muy despacio, la abro y... despierto. Mi corazón late muy rápido, tomo bocanadas de aire mientras me tranquilizo. — Señorita Emily. — Dice Lory mientras toca la puerta. Me levanto de golpe al escucharla, la luz ilumina la habitación a través de la ventana ¿Tan pronto es de día? Me pongo mi bata antes de ir a abrir la puerta. — Perdón por despertarla, pero hay un joven abajo, dice que es su amigo y quiere hablar con usted. — ¿Dijo como se llama? — No, pero es un chico muy bien parecido ¿Es un amigo especial? ¿un novio tal vez? — Ríe con complicidad. — Andrew es el único amigo que tengo, no conozco a nadie más ¿Dónde está? — Está bebiendo café en el comedor. — Esta bien, dile que se quede allí, enseguida bajo, no le digas nada a tío Frank por ahora. — Esta bien señorita. Lory se va para seguir con sus actividades, cierro la puerta de la habitación, me cambio muy rápido de ropa, ni siquiera me fijo en la ropa que me pongo, de la mesa de noche tomo mi arma, pongo con mucho cuidado atrás en el pantalón. Salgo de mi habitación con dirección a las escaleras, camino muy despacio escalón por escalón, a decir verdad, estoy asustada, no sé a quién me voy a encontrar allí ¿Y si es alguien que quiere matarme? Camino hacia la cocina, me quedo parada frente a la puerta antes de entrar, agarro el arma que puse atrás en mi pantalón, respiro profundamente tomando valor para abrir la puerta. Al verlo sentado tomando café me da mucha emoción, mi corazón late muy rápido, estoy muy feliz de que él esté aquí, aunque al mismo tiempo estoy un poco confundida ¿Por qué está aquí?
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