Esto era una locura, pero él tenía razón, debería disfrutarlo. Con el criterio social no tendría que sufrir puesto no trabajaba para él. Estaba cansada y el sueño me venció enseguida. A la mañana siguiente desperté temprano, me bañe para vestirme con un vestido largo abierto en la espalda. Baje a la cocina para conseguir a tía Maggie . -¿A dónde iras? – Pregunto dándome una taza de té. - ¿Recuerdas al dueño de la farmacéutica? – Asintió – Pues me ha invitado a un almuerzo, para presentarme al dueño de la empresa donde me postulo. - Bien, hable con Marcos ayer. Me ayudara a llevar algunas cosas al departamento. - Gracias tía, nos veremos en la noche – Sonrió. - Despreocúpate y pásala bien. La puerta de la casa sonó y Salí, me encontré con Alain, su cara de mala leche no cambiaba nunc

