- ¿Pero a ti qué te pasa? ¿Por qué has tratado así a Bella?-. Me cuestiona Jake furioso.
Resulta que cuando salí de casa para esperar a mi novio en la puerta, Jacob mi ex
novio/mejor amigo y también vecino, me llamó desde su casa. Enorme fue mi sorpresa y
disgusto al ver a la hija del sheriff ahí.
Al parecer la insípida esa no sabe ni aguantar una indirecta, pues a la primera que tiré
relacionada a nuestra separación causada por la aparición de una perra falsa, se metió a su
camioneta y se marchó.
Me di media vuelta dispuesta a volver a mi porche cuando el brazo de Jacob me detuvo, y
ahí comenzó todo.
- No entiendo por qué no puedes llevarte bien con Bella, tienen tanto en común, serían
grandes amigas-. Dice Jacob desesperado, totalmente ajeno a lo que su pedido ocasiona
en mí.
- ¿Qué no entiendes?-. Cuestiono sorprendida-. ¿Por qué será?-. Me hago la tonta-. Quizá
porque me robó a mi novio, porque me dejaste por ella, porque yo te amaba y me
abandonaste por ella-. Reclamo molesta y un poco triste, pero sin demostrarlo.
- ¿Me amabas?-. Cuestiona sorprendido-. ¿Ya no lo haces?-. Intenta tomar mi mano.
- Exacto, “amaba”, pasado. Porque mientras tú ibas tras la insípida de Isabella,
conformándote con las sobras del vampiro, yo conseguí a alguien que realmente me quiere,
que me lo demuestra cada día. Quien me ama con la misma intensidad con que yo lo hago.
- ¿Quién...?-. Su rostro se torna furioso mientras mira detrás de mí, unos brazos envuelven
mi cintura pegándome a un cálido y fuerte pecho y un beso es depositado en mi coronilla.
- ¿Estás lista amor?-. Cuestiona Paul, pues hoy tendríamos una cita aprovechando que no
tiene guardia, hace unos días me había confesado que era su impronta pero tenía miedo de
mi reacción por mi antigua relación con Jacob.
- Claro-. Dije con una sonrisa, y ambos nos marchamos ignorando los llamados de Jacob,
era hora de conseguir mi felicidad, y eso era junto a Paul Lahote.