Nathan. Me senté en la orilla de la cama otra vez, y releí por enésima vez la carta que dejó mi hermana: "Hola hermanito, pensé decirte esto es persona pero no estabas, además no quería que hicieras una estupidez, tal vez cuando leas esto ya esté atravesando el mar o quizá ya esté e en El Caribe con Cristina, adiós." Dejé el papel donde estaba anteriormente. Si dijera que no pensé mil veces en ir con ella y explicarle mi versión, díganme mentiroso, porque si lo pensé. Pero también pensé e en que por mi culpa casi muere y sólo arruinados más todo, si eso es posible. Salí de la habitación y me cambié la camisa por una playera casual, me perfume y salí de la casa hasta "Delirius", un bar muy conocido aquí. Al entrar todo el estrés desapareció y con la primera Copa olvidé por completo

