8.

5000 Words
Santiago mi chofer, me estaba esperando abajo en recepción, cuando le informé que me dirigía a un club, respondió que no podía llevarme porque tenía órdenes del señor Cristóbal para dejarme en la puerta de mi casa. Lo cual me hizo reír con algo de ironía, honestamente a él qué diantres le importaba si yo iba o no a mi casa. Así que decidí aceptar que Santiago me dejara en la puerta de casa, y luego tomar un taxi con rumbo a un club de la ciudad, no iba a permitir que el pobre se metiera en problemas. Subí rápidamente, dejé mis cosas en la mesa y tomé un bolso pequeño, metiendo solo el celular, dinero y mis documentos personales.      Cuando salí el taxi que había pedido estaba esperándome, así que le di la dirección de un Club, bastante nuevo y por ende exclusivo, al que si no fuese por mis contactos no podría entrar ni en sueños, y por conexiones me refiero a una buena amiga mía de la universidad, que es la gerente del lugar. Una vez en el lugar, envié un mensaje a Juli para avisarle que estaba justo donde me había pedido que la esperara, por la entrada del personal. Cuando la veo, no puedo evitar mostrarle mi emoción, era mi amiga de parranda en la universidad y si que pasamos noches divirtiendonos de fiesta en fiesta.  -Julianaaaaaaa!!!! -Grito.- -Katerinaaaa!!! -Gita igual de feliz envolviendome en un abrazo- No tienes idea de como te extrañe, pero vamos entra, está noche es para disfrutar el lugar está a reventar, los tragos corren por cuenta de la casa -Me mira de pies a cabeza- Impecable y sexy como siempre, vamos. Entramos al lugar y no esperaba menos, todo lujo, la música resuena en mis oídos, voy de la mano de Juli hasta la zona VIP, me deja en la barra y le dice al BarTender que puede servirme hasta que me vaya, el chico le guiña el ojo demasiado coqueto y ella se sonroja, a pesar de lo abierta que puede sermi amiga, ella es bastante tímida y más con los chicos. Pido un martini, amo los martini, no sé si se debe a su procedencia Italiana, pero me gusta específicamente el clásico, 3 onzas de Ginebra, 3 gotas de Vermouth seco y la aceituna. Me tomo uno en la barra y pido un segundo Martini, me asomo por el balcón y abajo veo los cuerpos bailando, tocandose, moviéndose al ritmo de la música, mis caderas se empiezan a mover suavemente, porque la música me provoca moverme. Siento unas manos en mi cintura y me giro para toparme de frente con un chico alto, barbado, grande, musculoso y con sonrisa tipo Hollywood. No es que me muera por esté tipo de chicos, pero estoy sola y aburrida, así que puede ser una buena opción para está noche.  -Bailamos? -Me pregunta en un susurro a mi oído.- -Sola. -respondo también en susurro.-  Le sonrío de medio lado, llevando mi copa a los labios doy un sorbo y pongo la copa en sus manos, tocó su brazo de manera sexy y voy caminando a las escaleras, empiezo a bajar y se que el rubio no ha quitado su vista de mi, cuando llego al centro de la pista de Baile empiezo a moverme sugestivamente, paso mis manos por mi cintura, por mis caderas, inclusive las llevo hasta mi trasero apenas tocándolo muy superficialmente. Por unos momentos y durante un par de pistas cierro mis ojos y me olvido del rubio, me olvido de la cena y la humillante Alison, me olvido del trabajo, me olvido de todo, pero de los reclamos de Crsitobal al final de la noche no me puedo olvidar, abro mis ojos sintiendo fuego sobre mí, me detengo y empiezo a mirar a mi alrededor. Me cruzo con el rubio que viene en dirección a mi sonriendo gatunamente, le respondo y cuando se posiciona frente a mi paso mis brazos por su cuello y le digo al oído. “Así es como lo hago yo”.  Luego de bailar muy pegados, sintiendo su cuerpo y sus brazos, le pido que subamos por algo de tomar, me abraza por la cintura y parecemos un par de enamorados, en la barra pido otro Martini y él un Whisky, bebemos sin quitarnos las miradas el uno del otro, realmente me atrae y quiero pasar la noche con él. Decido darle un beso sencillo, nada pasional solo un beso, para probar sus labios el sabor a Whisky me gusta, sus labios carnosos también, vuelvo a besarlo pero esta vez lo muerdo en su labio inferior, me aprieta de la cintura pegándome a su cuerpo y puedo sentir su erección que cobra fuerza, su lengua se pasea por mi boca a libertad y me gusta, empiezo a sentir más calor del que está haciendo en la lujosa zona VIP.              -¿Nos vamos? -Me pregunta, mientras sus labios recorren mi cuello.- -No creo, aún quiero bailar un poco más. -La verdad es que tengo toda la intención de torturarlo un poco más, mis ganas de salir del lugar van en aumento.- Me separo tomando un poco de aire y vuelvo a bajar y a bailar sola, a disfrutar de la música, luego de un rato me siento extraña, como observada de cerca, y empiezo a abrir mis ojos mirando hacia arriba, veo que el rubio, al cual no le he preguntado su nombre, me observa, me sonríe y me saluda con la mano, le respondo con una sonrisa y sigo bailando pero la sensación de estar siendo observada no se quita, decido subir para tomar una o dos copas más y salir del lugar con el rubio. Cuando estoy por subir a la zona VIP, siento ganas de ir al baño y ya que los baños del primer piso están tan cerca, me dirigo a ellos sin ningun afán, al salir soy detenida con fuerza de mi brazo izquierdo, me giro para mirar de quién se trata y mi sorpresa en gigante cuando veo a Cristobal, mirándome con rabia, mucha rabia, solo puedo sentir miedo porque nunca lo había visto así.  -¿Qué hace acá? Suélteme… -Le digo tirando fuerte de mi brazo, que estaba empezando a dolerme, mi voz está vez sale suave y asustada. -¿Le parece bien como se está comportando? bailando de esa forma en mitad de la pista, delante de todos? besando a un chico que apenas acaba de conocer? -Las preguntas llegaron como una rafaga y no… yo estaba en un bloqueo intentando analizar que hace Cristóbal en un Club- Estoy con Alison y sus amigos.  -Así que finalmente decidió presentarlo con sus amigos, ja ja ja -Mi risa sale más irónica de lo que yo pretendía.-  -Respondeme!!! -Grita haciéndome sobresaltar en mi lugar.-  -Es un club publico, estoy bailando como me da la gana y eso es problema mío -Mi tono de voz empieza a elevarse- A usted que le importa si salgo con alguien por primera vez, si lo acabo de conocer es mi jodido problema Cristobal!!!. -Grito. Se hace un silencio entre los dos, cuando estoy a punto de girar para irme de su vista con mi corazón a mil. -Eres mi asistente, eres parte de mi imagen, yo no soy cualquiera en esté país para que te estés comportando de esa manera. -Dice escupiendo las palabras con total disgusto mirando mis ojos con arrogancia y una ceja levantada.-  -Eso es todo lo que le preocupa, su imagen. -Le digo sintiendo una fuerte punzada de… tristeza en mi pecho, soy una tonta completa, no se por que me siento así.- Entiendo, para su tranquilidad e imagen ya me voy. Di la vuelta sobre mis talones, sintiendo una extraña decepción en mi pecho, pero con la frente en alto, cuando llegó a la Zona VIP, el rubio me toma por la cintura y me pregunta donde estaba, le respondo con un beso profundo está vez, porque no tengo ganas de hablar. Al oído le preguntó “Tu casa o la mía?”  -La mía. -Dice dándome un beso y apretando discretamente mi trasero, lo que me hace sonreír.-  Pido un Ultimo Martini que me tomo mirando al fondo del salón VIP, donde puedo ver a un muy trastocado Cristobal en compañía de su novia y los amigos de está, la tristeza me sigue invadiendo, sus palabras no eran lo que esperaba, por eso me recordé en ese mismo instante no esperar nada de nadie era mejor vivir así, menos decepciones.  El rubio me tomó y me jalo hacía su pecho para darme un nuevo beso que recibí con todo el gusto, quería ir a mil está noche y no iba a empezar de cero precisamente. Me susurro al oido cuantas ganas tenía de quitarme la ropa y solo pude reírme sin dejar de mirar a Cristobal a los ojos. Tomé mi bolso y busqué mi celular, para enviarle un mensaje a Juli y darle las gracias por la excelente noche, yo no era precisamente una chica tímida o con miedo de salir sola una noche a disfrutar de la ciudad o de lo que el destino pusiera en mi camino, cuando termine de enviar el mensaje le di mi mano al rubio que la tomo gustoso y empezamos a caminar hacía las escaleras, sin esperarlo Alison se cruza en nuestro camino y estoy segura que si no la quitan, puedo lanzarla “ACCIDENTALMENTE” escaleras abajo de un soplido. -Así que después de todo esté lugar no es tan exclusivo como dicen -Vomita de su odiosa boca estás palabras, mirándome con una arrogancia propia de su infantil comportamiento social- Y tu Agustin? eres tal vez el más rico de todos en esté lugar y te metes con la primera aparecida que se te cruza. -Bueno ahora se que el rubio tiene nombre.- -¿De verdad usted no tiene nada más que hacer que fastidiarme? -Le digo en un tono calmado.- -Sabes Alison, no me interesa tu opinión, hace mucho me fui de esta ciudad cansado de las personas falsas que aquí evidentemente sobran, prefiero ignorarlas y seguir mi camino. Permiso.- Agustin me tomó con más fuerza de la mano y salimos del lugar llegando a la puerta principal, y ahí afuera estaba una motocicleta, podría decir que era linda como la mía, pero la mía era aún mejor, porque era mía obviamente, aunque la moto de Agustin era una verdadera joya. -Una MTT 420R. -Dije mirando la moto como si del más delicioso manjar se tratase.- -Conoces de motos. -Dijo Agustín mientras me pasaba el casco.-     -La Marine Turbine Technologies… ganó Récord Guinness como la moto más potente del mundo, aunque es una moto de alto cilindraje, sirve perfecto para la ciudad. la puedes llevar a los 420 K/h. Si se algo de motos, tengo una, le dije con el casco en la mano. -¿No te piensas poner el casco? -Estoy segura que es la primera vez y la última que me voy a subir en una moto como está, de verdad crees que me voy a poner el casco y perderme el viaje?. -Le dije riendo, mientras me subía a la moto.- -Quiero que sepas, que aunque no me se tu nombre, tú y yo nos vamos a casar algún día niña. No eres como todas estas personas pegajosas de sociedad que me han rodeado desde que nací y creo que ha sido un milagro encontrarte. -Dice dándome un beso suave en los labios.-  Agustin se sube a la moto y acelera al máximo, cuando arranca miró rápidamente a la puerta del club y lo veo ahí parado, mi sangre se hiela y mi corazón se detiene, está de pie con los puños apretados, su cara es totalmente indescifrable, pero la rabia es visible a través de sus ojos. Siento la brisa chocar en mi rostro y decidí que lo mejor es seguir mi camino y olvidarme de todo lo que pasó está noche, doy un grito de emoción al aire, a medida que Agustin acelera más y más su motocicleta. Su espalda es ancha y se siente cómoda al tacto, me recuesto en ella y siento una pequeña lagrima caer y luego se vuelven dos, decido calmarme y limpiarlas, no entiendo porque salen de mis ojos, pero no las necesito en mi vida, me enderezo y empiezo a mirar la vista, vamos adentrándonos por unas colinas que dan una vista hermosa de la ciudad. Las luces bajo el cielo nocturno son encantadoras, y una pregunta viene a mi cabeza. ¿Es tan malo desearlo?. Paramos frente a un portón gigante y super moderno, Cristobal asoma su cabeza a un aparato lector que está junto a la entrada, y las puertas por automático se abren, cuando entramos a una velocidad mucho mucho más lenta suelto un silbido por el lujo de casa en la que me encuentro y es que si el Pent House de Cristóbal me parecía un lujo total, esta casa es una dimensión nueva.  -Niña, vamos. -Agustin ya se ha bajado de la moto y me extiende la mano para ayudarme a hacer lo mismo.- -Katerina. -Le digo, porque realmente me está fastidiando que me diga niña.- -OK, Katerina!!!. Me gustas, no se que tienes, no se si es porque sabes de motos, porque eres demasiado sexy, porque se nota que te muestras con una sola faceta, o por tus movimientos en la pista de baile, pero te quiero para mi. -Entonces entremos. -Le digo sonriendo y dándole un beso en los labios, mientras me cuelgo de su cuello.-  Entramos a su lujosa casa de una sola planta, todo aquí grita tecnología y confort y me asombra, ventanales por todos lados, dos salas, un comedor para unas 12 personas y una cocina, para todo un batallón con un pequeño comedor para 4. Nos vamos besando a medida que le voy quitando la ropa, si, soy yo la que está quitándole la ropa, porque hasta esté momento Agustin no ha tocado ni un ápice de la mía. Me sentó en el sofá de 6 puestos color verde esmeralda oscuro, se arrodilló y abrió mis piernas sutilmente, empezó a acariciar mis piernas desde el talón hasta la cara interna de mis muslos, sin llegar a mi v****a. Sus manos empiezan a ser reemplazadas discretamente por sus labios, y yo sólo puedo morder los míos en un intento por controlar mis movimientos, tarea que se hace cada vez más difícil, me toma por las nalgas y me acuesta un poco más sube la falda hasta mi cintura y abrió mis piernas está vez por completo, corre con suavidad mi body que para ese momento ya estaba mojado y delatando mis intenciones. Sonríe mirándome diciendo “deliciosa”, mete su cabeza de lleno en mi v****a y empieza con movimientos suaves de sus labios sobre los míos, rítmicos y coordinados arriba, abajo, un poco de juego con su lengua en mi clítoris y un gemido es expulsado por mi boca, se levanta un poco y me besa fuertemente, “ya vengo, debo bajarte el calor”. De todo cruzo por mi cabeza en ese instante, desde cosas muy b**m hasta un balde con agua, pero cuando lo veo venir con una copa de champaña y un vaso lleno de hielos, quedó un poco descolocada pero intrigada. Extiende la copa a mi mano sonriendo, “toma, bebe mientras disfrutas, es una buena champaña, como tú”. vuelve a colocarse de rodillas, pero está vez abre el body en su totalidad, dejando mis pechos al aire, los mira mordiendo su labio, los toca, los acaricia suavemente los besa y luego deja un par de mordiscos en cada uno de mis pezones. Abre la cremallera de la falda y me la quita, el body lo baja por mis hombros y luego por mis piernas, lo deja justo al lado de la falda. toma el hielo entre sus labios y de nuevo su cabeza está entre mi entrepierna. El hielo empieza a rozar suavemente mi clítoris y el contacto hace que me retuerza en ese gran sofá, la respuesta de Agustin es automática, sujeta firme mis caderas casi enterrando mi trasero al sofá y evitando que pueda yo moverme de alguna manera. Su Juego con el Hielo continúa, está vez lo introduce con su lengua en mi v****a, haciendo que mi cuerpo entre en un estallido de sensaciones que me encantan. “Bebe la champaña” me ordena, le hago caso y el ataca nuevamente con otro hielo, que mete nuevamente en mi v****a, lo deja ahí, su lengua sube hasta mi clítoris, lo besa apasionadamente con sus fríos labios y sube directo hasta mis pechos. El frío se siente delicioso, porque contrasta con el calor que está emergiendo de mi cuerpo y la electricidad que genera no se hace esperar. “Aún creo que eres deliciosa, levántate”.  Le hago caso y me doy cuenta que estoy de pie frente a él, que también se ha puesto de pie, vestida unicamente por mis zapatos de 15 cm negros tacón de aguja y una copa de champaña en la mano. La imagen en mi cabeza es totalmente sensual y s****l, y supongo que para él es igual, porque se quita la camiseta y me deja ver su cuerpo que no puedo decir que es perfecto, solo puedo decir que es…bueno si es perfecto. Abre la bragueta de su Jean n***o gastado se sienta y me pone sobre sus piernas, de la mesa que está junto al sofá toma un condón, y me pide que se lo coloque, de alguna manera me siento novata en estó porque aunque soy abierta al sexo, normalmente no soy quién coloca el preservatibo, pero que más da, su pene parece un monumento, así que lo hago sin problema.  -¿Estás lista? para ser mía? -No soy de nadie, pero si, estoy lista para tener sexo con usted Agustin.  Sin mediar más palabra las manos de agustín toman mi trasero, me levanta levemente y me penetra, su movimiento es rápido y el calor de su pene contrasta con el frío que han dejado los hielos que se derritieron dentro de mi, doy un gemido de satisfacción y el movimiento de caderas que hago en forma de círculos lentamente hace que el apriete mis caderas. No sé en qué momento se empezó a reproducir Seven Nation Army de The White Stripes, pero la música llega a mi sistema y hace que mis movimientos sean más placenteros, me giro y me penetro yo misma dándole la espalda, y empiezo a moverme más rápido, al ritmo de la batería de está canción, que por alguna razón la siento lujuriosa, me pego a su pecho, dejó mi cuello con total acceso a su boca, estiro mi brazo para tomar su cabeza y aceleró al máximo el movimiento de mi pelvis, gimo de vez en cuando, sobre todo cuando él aprieta sus manos a mi cadera haciendo que la penetración sea más profunda.  Siento la necesidad de hacerle sexo oral, así que me levanto y me arrodillo frente a él, “no juegues con mis sentimientos” dice a modo de broma y sin decir nada sonrío y meto su pene en mi boca, subo y bajo, lo lamo y lo meto completamente, a pesar de tener el preservativo y de morirme de ganas por probarlo sin condón me dedico a disfrutarlo, me levanto nuevamente y me subo a sus piernas sentandome esta vez de medio lado, “Ahh!!!” es lo único que sale de mi boca, bajo una pierna al piso para darle firmeza a mi posición y la otra es tomada por él en sus manos, empezamos a movernos de manera acompasada y luego de un par de movimientos bruscos de su parte y de besar mis senos hasta el cansancio estalló en un orgasmo que me deja rendida, sus movimientos siguen siendo fulminantes lo que hace que mi pequeño cuerpo no se pueda recuperar del todo, de repente una mano suya pasa a tomar mi pelo y lo jala con algo de fuerza, nada dolorosa pero si sentida, cuando de repente lleva mi cara frente a la suya y me besa fuertemente sin soltar el agarre a mi pelo, “mmmm” dice en un gruñido y su cuerpo se relaja totalmente dejando entender que eyaculo.  -No te voy a dejar ir…Niña. -Katerina. -Vamos a dormir. -Me dice colocándome sobre sus hombros de la manera más arcaica y llevándome hasta su habitación, que a pesar de mi cansancio puedo ver que es más grande que todo mi apartamento junto.   Se que amaneció porque la luz del sol entra con perfecta claridad por la ventana de la habitación de Agustín, sonrío recordando que intentamos dormir tan pronto tocamos la cama pero no fue del todo posible, porque tan pronto como me acostó volvimos a empezar.  Intento moverme, para salir de la cama, pero unas piernas puestas sobre mi cintura y una mano sobre mi espalda me lo impiden o no sé si es qué tal vez no quiero salir de aquí. Cierro mis ojos nuevamente para dejarme llevar por el sueño, mi cuerpo me pide a gritos que descanse, ayer fue un día maratónico. Y justo cuando me estoy quedando dormida, siento los labios de Agustín posarse sobre mi hombro y dar un pequeño mordisco, los besos no se hacen esperar, hasta que llega a mi trasero y deja un mordisco en cada nalga, quita de mi las sabanas que hasta ese momento cubrían mi cuerpo y me da una nalgada suave finalizándola con un apretón de trasero, lo que me hace sonreír de modo infantil. -Buenos días niña. Lista?  -Si. -Respondo sintiendo como se humedece nuevamente mi parte intima más preciada.-  Así acostada completamente boca abajo con las piernas cerradas, Agustín me penetra levantando mi cuerpo levemente por las caderas, la penetracion se siente más profunda y me gusta lo que siento, me gusta la fuerza de sus embestidas, son rápidas, ágiles. De repente se detiene, pega su pecho a mi espalda y en mi oído susurra “tengo que detenerme o voy a acabar primero que tú y no quiero eso”. Me hace reír por su comentario anterior y sólo muevo mi cabeza en afirmación, el movimiento empieza de nuevo está vez un poco más suave, puedo sentir como sus caderas se mueven de forma ondulante y mi pelvis parece que va a estallar, aprieto las sábanas fuertemente mis dedos duelen pero no importa, me encanta lo que estoy sintiendo, “ahhh” suspiro, sus movimientos se aceleran demasiado y de manera proporcional la fuerza que imprime en mis caderas apretándolas, me levanto un poco sobre mis codos y estallo en un orgasmo extraño, delicioso pero por la posición en la que estaba el temblor en mis piernas es un poco menos controlado, siento caer a Agustín sobre mi espalda presionándome. “Si no llegabas, no iba a aguantar mucho más niña, me tienes descontrolado completamente”. Me dio un beso en el hombro y se acostó junto a mí, ahora tenía menos ganas de levantarme, pero él hambre estaba llegando a mi estómago y no me gustaba aguantar hambre. Agustín se levantó y me dijo, que ya regresaba. Luego de un rato volvió con un bandeja en las manos que expedía un delicioso olor a café, Dios este hombre parecía perfecto, le di una sonrisa gigante seguida de mirando palmadas de emoción. -Café? -Siempre. Gracias. -tomé las taza un poco humeante entre mis manos y la olí, café oscuro y sin azúcar, sonreír aún más.- -No tiene Azucar, pero si quieres puedo traer. -Me dijo amablemente.- -No, así está perfecto, me gusta sin azúcar. Comimos los pancakes y la fruta que había picado en pequeños Bowl. Aunque no hablamos de nada, comer en su cama y con esa vista de la mañana era magnífico, la noche terminó demasiado bien, pero debo volver a mi realidad y no lo puedo aplazar un minuto más.  -De dónde conoces a Alison? Y que hiciste para que te deteste tanto? -Me pregunto entre risas.- -Soy la asistente de su novio Cristobal, realmente no se que le hice, tal vez no le agrado y eso es todo. -Si no le agradas a Alison es por que algo hiciste. Ella no se toma la molestia de fastidiarle la vida a alguien tan insignificante como una asistente -cuánto terminó de hablar, levanté mi mirada enfurecida y lo mire con ganas de matarlo. Antes de que pudiera refutar sus palabras continuó con la retórica- No me mal interpretes, para mi no eres una insignificante asistente, te digo las cosa desde la perspectiva de ella y por que la conozco. Siempre ha sido así, ella cree que puede pisotear a todos y va ignorando a las personas que considera innecesarias, insignificantes o lo que sea que no esté a su altura. -Entiendo. -le digo, por que no se que más decirle, en realidad no quiero hablar de ella.- -¿Qué tal es trabajar para Cristobal?  -Está bien, es profesional en cada cosa que hace, dedicado, he aprendido mucho de él. Nos quedamos en un silencio un poco raro, pero no incomodo, en verdad no quería hablar de ese par y menos de Cristobal después de sus palabras y actitudes de las últimas horas, estaba empezando a sentir real desprecio por él.  -Quieres bañarte? Puedes hacerlo con total libertad. -Me da una sonrisa de un millón de dólares.- -Gracias. -Me levantó enrollando mi cuerpo en la sábana gris y siento como la jala con fuerza quitándola de mis manos y dejándola en el suelo.- -No me vas a tapar la vista de ese lindo trasero. -Dice riéndose, le lanzó una almohada directa a la cara y me rio con él.- -¿Me acompaña? -No, lo siento no me gusta bañarme con nadie. Es una rara manía, lo sé. -Esta bien. Entiendo. -Lo miró fijamente y le sonrió, me gusta su honestidad.- Luego de que me bañe, recordé que no había traído ropa limpia, pero bueno no importaba, podía tomar un taxi y ya estaba, cuando salí del baño me sorprendí viendo a Agustin con cara de angustia y preocupado, se acerco a mi y me miró como pidiéndome disculpas, “Pasó algo?” Le pregunté, se quedó callado y se acercó a una mesa que estaba junto a la ventana y sobre la cual pude ver mi ropa doblada. -Yo metí tu ropa a la lavadora y entonces no sabía que… -La falda…Dios la falda también la metiste? -Preguntó con real angustia en mi voz, porque la falda es de un material delicado, que se debe lavar de manera especial.  -Inclusive a la secadora.-Dice más asustado que antes. -Pero que mierdassss!!!!. -Gritó como una loca -Lo siento si, no sabía que no se podía meter a la lavadora ni a la secadora, realmente solo quería que pudieses vestirte con ropa limpia. -Dice tomando la ropa entre sus manos y estira la falda para que yo la reciba, cuando abro la falda para verla, está pasó de ser una talla 8 a una talla 4, de niña pequeña.  -Carajo!!! -Digo con un bufido- Que se supone que debo hacer ahora, salir solamente con la parte de arriba? -Te puedo mandar a traer algo de ropa, o te presto uno de mis pantalones, mira Katerina, en verdad lo lamento no tenía malas intenciones de verdad soy un… -Un niño rico al que le lavan la ropa y por eso no sabe qué se debe meter a una lavadora y que no… -Expulsó molesta esas palabras de mi boca, mirándolo con rabia, pero su cara inexpresiva hace que me calme levemente.- -No soy solo un niño rico y como puedes darte cuenta no tengo personal que me ayude con mis tareas diarias, te hice el desayuno yo mismo, porque no dejo que nadie me cocine, hago mis compras, yo mismo limpio mi casa y hasta los jardines, trato de hacerlo todo yo. De vez en cuando viene una señora para que la casa no se caiga, pero no es de forma permanente. -Su mirada seria me hace saber que mi comentario le molesto.- -Lo siento Agustín, yo no quería ofenderte, es que mi ropa es muy preciada para mi, la verdad es que… -Yo te la voy a pagar, te lo aseguro. -Pongo mis ojos en blanco, porque precisamente eso era lo que quería evitar.- -No se trata de eso, cada prenda de ropa que tengo colgada en mi armario no ha sido precisamente económica, pero cada una la he comprado con mi dinero, dinero que he obtenido trabajando, no me gusta que me… -Regalen cosas, porque soy una mujer independiente. -Dijo soltando una ligera risa de sus carnosos labios y completando mi frase.- -Bueno si, básicamente es así. -Entiendo hagamos algo, te vas a poner ese entero tan sexy, te voy a prestar un Jean que me queda pequeño, tal vez te quede y te voy a llevar a tu casa, donde sea que esté para que puedas cambiarte la ropa, me vas a acompañar a almorzar y te voy a recompensar por la falda, sin comprarte una nueva. Trato?. -Dice estirando su mano para cerrar la “negociación”. Me pongo el Jean gastado que me gusta bastante, lo enrolló para darle un aire ochentero rockero, me subo en mis tacones, tomo mi bolso y salimos en la moto, cuando llegamos a mi apartamento, le pregunto si quiere subir y con sonrisa gigante me dice que si. Entramos y da un silbido como si de un lujo se tratara, me hace reír y le digo que no necesita burlarse de mi espacio, porque me encanta así cómo está.  -Me encanta niña, ahora entiendo porque Alison actúa de esa manera contigo, te tiene miedo. -Dice,dándome un beso profundo.-
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD