No sé porque, pero lo primero que se me vino a la cabeza al pensar en un laberinto fue Alicia en el país de las Maravillas... Desgraciadamente, la realidad virtual de este juego era muy diferente, ya que no era un laberinto normal, sino uno formado por huesos. Sus paredes llegaban por lo menos a los quince metros de altura, era imposible ver algo... Aparte de que daba asco verlo... Costillas, cráneos y demás huesos del cuerpo humano, perfectamente detallados. Tragué saliva y sin pensarmelo más decidí avanzar, con la esperanza de que no se me revolviese el estómago y de que no saliese alguna clase de esqueleto que viniese a atacarme. Delante de mi tenía dos caminos... Izquierda, derecha, izquierda, derecha. Quise consultarlo con JT, o con alguien, pero habían desactivado el micrófono.

