1-Un segundo primer día

1371 Words
Capítulo uno Pov Quero Llego tarde, llego tarde, llego tarde. Corro por las calles sin importarme mucho con quien choco o las ofensas que recibo por pisar a alguien con los tacones. Fue una mala idea vestirme en la escuela, pero Jex no estuvo ahí para decírmelo. Se fue corriendo detrás de Neftali como una puta lapa dejándome al intemperie. ¿Esa es tu mejor amiga? Pues la mía sí. Aparte de que no puedo moverme bien, los tacones me están haciendo vejiga por correr. Recuerda Quero, todo sea por verlo, todo este esfuerzo vale la pena al final. Pues no sé de qué vale si ni siquiera te acercas a hablarle, eres un caso aparte. No te quejes, ya fue suficiente con hacerle una foto ayer que solo tengo yo. No solo la tienes tú, también la mayoría de chicas, porque fantásticamente la subiste a esa aplicación que solo usan abuelos. Facebook es para todos, déjame en paz. Sonrío al ver las instalaciones del Dhall holdings, pero así mismo como llega mi sonrisa también se esfuma al ver a mi jefa de pie junto a la puerta. No sé porque algo me dice que estoy despedida. La señora Sofía al notar mi presencia baja sus lentes que solo usa para trabajar de arriba a abajo viendo el desastre que soy, dejo de correr y camino rápido arreglando mi aspecto seguramente fatal. Le doy una sonrisa nerviosa —Buenas... —no me deja terminar cuando me bombardea dejándome anonadada. —Tengo que hacer unas cosas fuera de la empresa por ordenes directas del señor Amir, quedas a cargo de todos los documentos, papeles, llamadas, fax y reuniones —me tiende su libreta — y si el señor Yannick te lleva consigo a una reunión apunta todo lo que dicen las personas presentes, ¿de acuerdo? Observo la entrada del edifico —¿El señor Yannick ya está aquí? —Encárgate de todo lo que acabe de decir y no lo molestes a menos que él te requiera —me señala antes de irse a paso apresurado hacia los estacionamientos subterráneos. Doy un largo suspiro y entro sintiendo el corazón latir lento, pero fuerte dentro mío. En algún momento él necesitará algo de mí y otra vez voy a hacer el ridículo como ayer cuando no hacía nada más que sonrojarme al frente de él con su hermana y Jex quien venía a pedirme perdón por haberme dejado sola en esto. Entro al elevador y marcó la décima planta de un solo tirón, el ascensor sube y en menos de un minuto se abren las puertas dejándome ver a Betty y Alana hablando de los dos chicos con los que me he tomado la foto el día de ayer. —Buenas —saludo más por educación que por cortesía. No puedo verlas de otra forma sino como mis enemigas. A nadie más le puedo ceder a Yannick, él... Él no es mío, pero lo será. Al paso que vamos lo dudo. ¡Deisy! No me desanimes. —Buenas, —sonríen falsamente y antes de posicionarme a un lado del escritorio de mi jefa escucho mi nombre y respondo automáticamente como un militar. —¡Si señor! Los ojos azules de él me observan con una pizca de diversión y sonríe mostrando su perfecta dentadura —Tranquilízate que te noto tensa, solo estaba saludando. Desvío la mirada nerviosa hacia otro lugar y aplasto los labios —lo siento... ¡QUE PENA! —¿Sofía no está? —cuestiona viendo su asiento vacío —es la primera vez que vengo y no esta en su sitio. —Dijo que el Alp... —volteo a ver a Betty la fea y Alana —que el señor Amir la mando ha hacer un trabajo fuera. —Entiendo, —dice y palmea la mesa —cualquier cosa o pregunta que tengas sabes que esta Kayla, Yannick y yo —giña y sigue su recorrido hacia su despacho. ¿Por qué no se te hace así de fácil hablar con el otro? ¡Porque Yannick es el que me gusta, tonta! El teléfono de recepción suena y lo cojo diciendo la frase que tanto me hizo repetir Sofía el día de ayer —Buenas tardes, Dhall holdings. Quero al habla, ¿en qué puedo ayudarle? —¡¿Quero, mi hermano está en la empresa?! —el grito de Kayla me hace apartar el teléfono por un segundo. —Sí —respondo su pregunta —el señor Yannick ha estado en la empresa antes de que su servidora llegara y el señor Elián acabó de llegar. —Perfecto, avísale a ambos que estoy en camino y organiza una reunión con ellos. —¿Si me piden explicaciones? —Diles qué es de mi parte y que es urgente —cuelga y dejó el móvil en su lugar. Agarro un bolígrafo del lapicero y aferro la libreta de Sofía al pecho, primero vamos a lo más fácil. Elián Dhall. Camino segura hasta el gran despacho con manijas doradas y toco la puerta —Pase —la abro y me asomo antes de entrar por completo a su espacio. —Señor Elián, su hermana... Me corta —Elián, solo Elián. Tienes un año menos que yo y que me llames señor me hace sentir viejo —frunce el ceño viendo su móvil y se apresura a contestarlo de forma inmediata. Suspiro —Elián, su hermana está en camino y dice que necesita hablar con usted y su hermano Yannick, que organizará una reunión para los tres. Levanta la cabeza prestándome atención y vuelve al celular, teclea algo rápidamente y lo bloquea, se levanta —¿ya le avisaste a Yannick? —niego y veo como camina en mi dirección con un aura totalmente fría —infórmale y baja con él a la octava planta para reunirnos en la sala de conferencias —dicho esto me sola en su lugar de trabajo. Uis, parece que alguien está algo enojado. ¿Quién habrá sido la persona en dejarlo así? Supongo que son misterios de la vida. Cierro los ojos y relajo los hombros tomando valor para empezar a ir en dirección contraria, hacia su despacho. Con cada paso que doy siento mi cuerpo irse calentando más y más haciendo que mi corazón se descontrole fácilmente y una gota de sudor corra por mi frente. —Relájate, Quero. Él es solo una persona, una persona que admiras y quieres y stalkeas como loca, no es más nadie y tampoco él lo sabe — susurro y me detengo frente a su puerta, levantó la mano para tocar y escucho su voz del otro lado. —Pasa —me erizo completamente al sentir una pequeña electricidad por la espalda y entro mirando la fina baldosa blanca. —Señor, su hermana acabó de llamar y... —Mírame —demanda. Trago grueso y alzo la vista hasta dar con esos ojos verde profundo que me ven sin rodeos y sin filtro mientras aguarda sentado en su silla con una pose relajada. ESTO ES TOTALMENTE DIFERENTE A VERLO POR FOTOS. Me voy a morir. » —¿Por qué estás tan nerviosa? —juega con el lápiz de color n***o en sus manos —incluso antes de que tocaras escuche lo ruidoso que es tu corazón. ¡Es porque te ama! Toso falsamente y parpadeo varias veces antes de seguir con lo que venía a hablar —Señor, la señorita Kayla viene en camino hacia la empresa y dice que quiere una reunión con usted y su hermano. Ya le notifique al señor Elián y él sugirió que bajara a la sala de conferencias de la planta ocho. Levanta las cejas y deja el lápiz sobre la mesa, acomoda su saco azul y se aproxima hasta estar a un metro de mi pobre ser que no hace nada más que hacerse una bolita interiormente. —No respondiste a mi pregunta, Quero —mi nombre sale de sus labios y doy un respingo en mi lugar teniendo un orgasmo mental. Quiero gritar, quiero gritar, quiero gritar. El problema aquí no es que quieras gritar, es saber que le vas a decir con el hecho de que te pone nerviosa.
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