Capítulo catorce Estoy agotada, tanto físicamente como mentalmente. ¿Por qué? Creo que no lo tengo que mencionar, además hoy Jex me contó como por culpa de Elián ya no la dejaran hablar más conmigo, ni tampoco tendrá salidas a mi casa para ver las series juntas y lo peor de todo es que le quitaron cualquier modo de comunicación existente. Aunque para ser sincera creo que el papá de Jex está medio chiflado por hacer ese tipo de cosas absurdas en pleno siglo veintiuno. En fin. —Quero, ¿confirmaste la reunión con los inversionistas? —mi jefazo de ojos verdes aparece de la nada y me levanto automáticamente sin hacer notar la incomodidad en mi bajo abdomen. —Si señor, —contesto con su intenso mirar sobre mí y tomo la libreta para disimular la pena que tengo ahora para observarlo a los oj

