Mi Bonita

Capitulo 1

Desconocido

Evolet

Empiezo a abrir mis ojos lentamente, poco a poco se van acostumbrando a la luz, veo a mis alrededores y el miedo llega a mí al ver que estoy en un cuarto que desconozco, estoy encima de una cama bastante amplia, a los lados están dos mesitas de noche, en frente encuentro un gran armario y dos puertas, una junto al armario y otra en la pared de al lado.

No entiendo que hago aquí, no sé dónde estoy, ni como llegue a esta habitación, solo me acuerdo de haber entrado al bosque, ver un lobo gigantesco y a partir de ahí mi mente empieza a desvariar al igual que yo con respecto a lo real y lo que no.

> Esa palabra se repite en mi mente, fue lo último que creí haber oído.

¿Dónde está el lobo?, ¿quién me trajo aquí?, ¿porque sigo viva?, mi mayor deseo era morir, y ni eso pude lograr, no puedo decidir ni siquiera como y cuando será mi último respiro.

Empiezo a escuchar unos pasos que poco a poco se acercan a esta habitación, de inmediato me acomodo en un rincón del cuarto para después hacerme volita pensando que así me protegeré, siempre que tengo miedo esto es mi reconforte.

"Muévete huérfana"

"ya no eres tan valiente, ¿verdad? "

"Mírala, quiere llorar " escucho sus risas.

"Te daremos razones para llorar "

>

La puerta es abierta y por ella un hombre entra, es bastante grande, de una altura de 1,90, es musculoso, todo su aspecto dicta >, este hombre en cualquier momento me puede ocasionar mucho dolor, me escondo aún más en este rincón y el temblor se hace participe en mi cuerpo.

- ¿Pequeña?- escucho esa voz, es la misma que creí escuchar en el bosque; su tono grave hace que mi piel se erice, los pasos en la habitación se hacen presentes para ser detenidos y escuchar – ahí estas – ¡me encontró!, me acurruco aún más en mi puesto pensando que así evitare el dolor.

Sus pasos vuelven a sonar en la habitación, pero esta vez aproximándose a donde me encuentro, el sonido para, y sé que significa que está en frente mío, no saco mi rostro de mi escondite, solo me mantengo con los ojos cerrados mientras mis brazos cubren mi rostro, el miedo está más que presente en mi ser, mi respiración es agitada y no paro de temblar.

>

"es solo un sucio animal"

" mira como tiembla la estúpida"

" es tan asquerosa que ni los lobos se la comerían"

>

Detesto reaccionar siempre así, es algo que me es inevitable, la única persona con la cual estos síntomas no se me presentaban eran mis padres y mi abuela, pero desde la muerte de los primeros poco a poco ese maldito pueblo en el que crecí me convirtió en lo que soy.

- Hola pequeña, no tienes por qué esconderte, no te haré daño – escucho que dice el hombre con un tono de voz dulce, por alguna razón sus palabras me hacen creer que con el estaré bien, que puedo confiar, pero sé que eso es ridículo, él es un extraño, no sé porque estoy aquí, no sé qué quiere de mí, solo sé que sería ridículo confiar en alguien sin ni siquiera conocerlo – por favor pequeña, mírame – suplica haciendo que me sienta culpable de no sé que.

Dudo unos momentos pero levanto mi rostro lentamente para encontrarme con el dueño de la voz, es fornido, tiene unos cuantos tatuajes en sus brazos, al estar el agachado frente a mi distingo sus facciones duras pero a la vez preciosas, su rostro me parece agradable, sus ojos son azules con cierto brillo, tiene una mirada atrayente, magnética, es como si pudiese ver atravez de mi.

Por un momento bajo mi mirada un poco en su rostro, encontrándome con sus labios, los cuales de un momento a otro se suben sus comisuras dejando me ver una hermosa sonrisa que me deja aun mas perdida al sentir como algo retumba en mi pecho con algo de euforia.

>

El hombre acerca su mano a mi rostro de manera muy sutil, aprovechando mi distracción, pero al ver ya su mano a nada de mi retrocedo de inmediato y el miedo junto con el temblor de mi cuerpo regresa como una ráfaga de viento.

- Pequeña no temas – detiene su mano , busca mi mirada, y la consigue, sus ojos me miran con intensidad y por reacción una corriente pasa por toda mi columna erizando me.

Escucho como traga saliva a la vez que da un corto paso mientras sigue agachado en mi dirección.

- ¿puedo tocar tu rostro?- dice en tono suave como si cualquier cambio en su voz me quebrantara, pero aun así niego rápidamente.

No quiero que me toquen, con el tacto viene el golpe, eso no tiene nada bueno, ¿porque quiere golpearme?, yo no le he hecho nada, tal vez no debí mirarlo mucho tiempo.

Escondo mi rostro entre mis rodillas para después envolver mis brazos en mis piernas como si con esto resolviera todo.

Escucho un suspiro sonoro, para después de un momento volver a escuchar la voz del desconocido.

- entiendo, si no quieres que te toque estoy bien con eso... por ahora - susurra la ultima parte - iré por algo de comer, debes estar hambrienta- seguido de eso los pasos se escuchan en la habitación pero esta vez van disminuyendo a medida que avanza y se aleja del lugar.

Saco mi rostro del escondite, para levantarme lentamente de donde estaba, a mi derecha encuentro un gran ventanal, donde se divisa un patio cubierto totalmente por la nieve que hace un bonito contraste con el cielo azul, escucho una risa por el lugar y al instante veo la silueta de un niño corriendo con un pequeño carrito siendo arrastrado tras suyo.

Esta cubierto por un abrigo y un gorrito azul mientras llega a una esquina del gran patio para acostarse en el suelo empezando a mover sus brazos y pies, no entiendo lo que hace, ni como le gusta estar así, yo detesto este tiempo, es cuando hace mas frió, por lo cual en las noches siempre no paro de estornudar a causa de la helada nieve que es mi único colchón.

De un momento a otro veo como el niño levanta su rostro con una sonrisa mirando en la dirección de donde él apareció. Una muchacha entra con bastante prisa para tomar al niño y colocar le unos guantes en sus manos, desde su espalda se le ve bastante bonita, tiene el pelo rubio, al igual que el niño, esta muy bien abrigada, lo que me hace dar cierto sentimiento de envidia por ver como juegan en ese frió sin preocuparse por una enfermedad, ya que cuentan con protección, mientras yo debía estar agradecida si encontraba algún harapo tirado en la basura de las afueras del pueblo, lo máximo que tenia eran los guantes que abue me tejió hace ya tiempo.

Mis pensamientos son detenidos al escuchar la puerta abrirse, ni me di cuenta de que los pasos volvían a sonar. El desconocido entra a la habitación con una bandeja, trayendo dentro varias cosas que hacen que olfatee levemente para escuchar un rugido de mi estomago.

¿Hace cuanto que no pruebo bocado?, la cuenta ya se dio por perdida, solo me acuerdo haber probado un pan que fue tirado por el panadero solo porque estaba quemado en las orillas.

>

El desconocido sonríe al encontrarme junto a la ventana dejándome algo perdida por los hoyuelos que hacen notar.

- hola...ehh, te traje algo de comida, nose que te gusta así que hay gran variedad- veo como camina rumbo a la cama para dejar la bandeja ahí y después retroceder quedando nuevamente en la puerta dándome una mirada que no logro entender.

Veo la comida, la cual huele y se ve delicioso para después verlo a él.

- es para ti- rectifica lo que dijo anteriormente haciéndome dudar del porque me da comida.

> dice mi subconsciente.

Camino lentamente a la cama, dando un paso para mirarlo rectificando que este en su puesto y así hasta que llego a la comida para así tirarme en el suelo admirando todo lo que tiene la bandeja.

Hay sopa, arroz, carne, pan, ¡y no esta quemado!, algunas galletas, unas tortillas, arepas y un chocolate que apenas deja ver el humo de el calor que guarda.

Tomo la taza de chocolate y me la bebo en un momento, es mucho el frió que esta haciendo, aunque en esta habitación no se nota tanto, empiezo a comerme las tortillas una por una para luego pasar al pan, que esta mejor que el que boto el panadero, y así continuar con toda la comida.

Como gustosa en el suelo, con mucho entusiasmo, como si esto fuese lo mas preciado en el mundo, y vaya que lo es.

- vaya, creo que si tenias mucha hambre - escucho que dice el chico aun en la puerta.

Giro mi rostro un poco, para sonreír le un poco con la boca llena, es lo máximo que le puedo dar por alimentarme, ya que no poseo mucho, por no decir nada.

- ¿ te gusta? - dice con un sonrisa a lo que asiento frenéticamente mientras empiezo a tomarme la sopa, ¡que delicia! - me alegro mucho.

Cuando he terminado de comer todo dejo la bandeja nuevamente en la cama en el mismo puesto que el desconocido la dejo, para después retroceder lentamente hasta el ventanal donde estaba y así dejar el camino libre para él.

El desconocido al ver mi acción cambia el gesto feliz por uno mas...¿dolido?, para resoplar y luego caminar a la bandeja.

- ¿si quieres puedo enseñarte la casa? - pregunta ilusionado por lo que vaya a decir pero no me detengo a pensar en ello cuando ya estoy negando frenéticamente.

No quiero tener a nadie cerca, eso normalmente trae peligro consigo, nadie se ha acercado a mi en mucho tiempo sin dejarme un moretón en el cuerpo, se que no me ha tratado mal pero no quiero tantear mi suerte.

- de acuerdo... me iré, puedes usar todo lo que esta en esta habitación, el baño es la puerta junto al armario, por si lo necesitas- y con eso vuelvo a estar sola.

Alek

Felicidad, esa es la única palabra que define mi estado de animo en estos momentos, no hay nada mas magnifico e formidable como saber que estoy a una puerta de mi mate, tener la certeza que después de 50 años ya no tengo que esperar mas por ella, no mas búsquedas, no mas exploraciones, no mas viajes inciertos, porque ya tengo a mi luna, a mi princesa, a esa bonita criatura que con tan solo verla ya me volcó el corazón.

No puedo olvidar la gran sorpresa que tuve cuando la vi por primera vez en ese bosque, cuando tan solo estaba hiendo por los limites de mi manada, descubrir sus hermosos ojos verdes, aquellas esmeraldas que me hipnotizaron, junto con ese cabello rojizo , tan reluciente, tan precioso.

Le agradezco a la diosa luna esta espera, porque ahora que la tengo a mi lado, no la pienso dejar ir por nada del mundo.

Camino rumbo a mi despacho con un afán impresionante al recordar los moretones y arañazos que poseía su perfecta piel blanca.

Agarro el teléfono de mi escritorio dando en los números que me comunicaran con mi Beta.

- Alek...

- la encontré- digo apenas escucho su voz haciendo notar la alegría en mi tono de voz - por fin, después de 50 años, la he encontrado.

Un momento se mantiene en silencio antes de escuchar la voz de mi amigo, Beta y consejero.

- vaya, déjame felicitarte amigo mío, en hora buena la has encontrado.

- lo se, ella es...tan perfecta, tan hermosa, tiene unos ojos divinos, su pelo es extraordinario, su piel ... es tan

- comprendo, comprendo, es divina, entiendo tu punto

- perfecta diría yo, es mi pequeña, mi bonita - digo con una sonrisa en su rostro al recordarla.

" nuestra" completa Derek, mi lobo, tanto o mas emocionado que yo.

- necesito un medico - hablo después de estar unos segundos mirando la pared.

- ¿ehh?

- mujer, preferiblemente, y lo necesito en el menor tiempo posible - no quiero que mi bonita este sin ser revisada por un experto que me garantice que esta bien de salud.

- bueno...yo puedo decirle a Delia, veré si esta libre...

- dile que es orden de su Alpha, esto es de carácter primordial- escucho como mi Beta traga saliva al ver por mi voz la gravedad del asunto.

- enseguida Alpha.

- gracias.

Tan pronto suelo la ultima palabra una cabellera rubia se asoma por la puerta junto con una bella sonrisa.

- Alek - dice Zoe mientras entra a mi despacho - te vi con mucho afán, ¿todo en orden?

- si, tranquila, no quería preocuparte- digo haciendo que ella sonría.

- no hay problema, somos solo los tres recuerdas?, tu , Daniel y yo - no evito alzar las comisuras de mis labios al venirse ante mi el rostro de ese pequeño travieso.

Daniel y Zoe son todo para mi, son mi familia, mi apoyo, pero ahora estoy mas que contento de saber que habrá un nuevo m*****o en la familia, y espero que con el tiempo varios miembros mas se integren gracias a mi preciosa luna.

- entonces, ¿quien es la chica que trajiste ayer?, se le veía un poco mal.

- ella es... es...- por la diosa, nose su nombre.

" ni ella el tuyo, ¿que clase de mate eres?" dice Derek.

" el mismo que tu, solo que sin tu mal genio" lo provoco ganándome su resoplido.

- entonces, ella es...?

- te la presentare, te lo prometo - digo dirigiéndome a ella para darle un beso en su frente - ahora debo esperar la o el medico que vendrá.

- ¿medico? - es lo ultimo que escucho antes de salir de la habitación.

Camino por el pasillo en dirección de donde se encuentra mi luna pero en eso veo el pequeño cuerpo de Daniel interponerse en mi camino con una sonrisa mientras levanta uno de sus juguetes.

- ¡tío! - dice antes de estirar su puño para que yo estrelle el mio con el de èl como siempre hacemos.

- ¿que pasa enano? - le digo al chocar nuestros puños.

- hay una... una m-mujer en tu cuarto

- enserio? - pregunto antes de agacharme.

- si, la vi mientras jugaba en la nieve - dice haciéndome recordar como la encontré parada junto a la ventana con una mirada que no me gustaría averiguar su significado- es bonita - dice con inocencia haciendo que mis ojos se queden en el analizando su expresión.

- si, muy bonita.

- mas que muy bonita es... ¡super bonita! - dice abriendo sus brazos como si estuviese mostrando cuan bonita es, y vaya que estoy de acuerdo con mi sobrino.

- tienes toda la razón, pero sabes enano?- èl me mira curioso así que decido acercarme un poco para susurrarle - esa mujer super bonita que ves en mi cuarto, es solamente mía.

Daniel se queda un momento pensando antes de volver a hablar.

- ¿tuya?

- si, mía enano.

- pero me la puedes prestar - ¿que dijo este niño?

- Daniel, ¿para que la quieres? - sonríe inocentemente antes de alzar su juguete favorito.

- para jugar cuando mamà se va con el barbon- esperen que.

- ¿que has dicho?, ¿tu mamà se ve con alguien?

- si, es un tipo barbon que la espera cuando tío Alek entra en su despacho y no sale por horas - con que si, tengo que hablar seriamente con Zoe, como es posible que se vea a escondidas con alguien en mi propia casa y yo ni enterado.

" espero que no seas así con nuestra mate"

" silencio Derek"

- ¿entonces si puedo jugar con la mujer super bonita?- dice mi sobrino agitando sus pestañas para que acceda.

Enano listo.

- de acuerdo - veo como Daniel empieza a saltar con entusiasmo - pero cuando yo este con ella no te asomaras.

Daniel detiene sus saltos para mirarme de reojo como si cuestionase mis palabras.

- trato, pero si estoy jugando con ella tío Alek no se asomara - hago que lo pienso pero se que en realidad no lo cumpliré.

- trato - Daniel estira su mano apretándola con la mía como si estuviésemos cerrando el acuerdo que conseguirá la paz - bueno enano - me pongo de pie - me iré con tu futura tía.

- ehh? - es lo ultimo que escucho antes de subir por las escaleras rumbo a la mujer mas hermosa que han visto mis ojos.

Al ir llegando al cuarto un olor metálico se junta con el aroma de mi mate haciendo que me detenga en mis casillas y quede petrificado al ver como una pequeña linea de sangre va saliendo por debajo de la puerta.

NO.

Doy tres zancadas antes de abrir la puerta con fuerza y ver a la dueña de mi otra mitad, mi luna , mi bonita tirada en el suelo con su pelo en la cara pero sus manos estiradas en la cual una es la dueña del rastro de sangre que estaba debajo de la puerta.

"¡¡¡¡ haz algo ahora!!!!" dice Derek pero yo ya me encuentro tirado en el piso sin importarme una mierda untarme de su sangre, solo me preocupa el cuerpo frió que empieza a sostener mis manos con gran temor.

- ¡¡un doctor!!, ¡¡Zoe trae un medico!! - grito desesperado mientras acurruco el cuerpo de mi mate en mis brazos y las gruesas lagrimas se van derramando uniéndose con su sangre haciendo que un gruñido ensordecedor salga de mi garganta.

Nota de Autora

Holis

He vuelto con este nuevo proyecto, no pude aguantarme mas tiempo sin publicar el capitulo, apenas revise unos últimos detalles ya quería subirlo, por ello, henos aquí.

Los invito a dejarse llevar por esta nueva historia, por estos nuevos personajes y adentrarse en ellos, Alek y Evolet, son unos personajes que en cierta parte quiero mostrar como nos podemos identificar con ellos.

Quiero decirles que habrá varias cosas nuevas, tranquilos, el +18 seguirá ahí, esas escenas jugosas estarán mas que presentes, y yo diría que con un nuevo picante a la situación.

Con esto los dejo y nos veremos en el próximo capitulo.