"Se hace resaltar que la mayoría de los episodios contiene escenas fuertes y explicitas, por favor, si eres sensible a temas delicados se recomienda retirarte, y no olvides que el contenido de esta historia es totalmente ficticia con la finalidad de entretener al lector, se recomienda discreción"
YOHAN
Hoy es el tercer día desde que deje las ultimas pistas, debo dejar que aparezcan los últimos tres que estuvieron conmigo. Aun recuerdo vívidamente el rostro de Cecilia, sudando, gritando de dolor, y esa mirada que reflejaba terror en sus ojos. Estoy seguro de que al menos eso sintió antes de morir.
Esaú por el contrario, se reía descontroladamente mientras balbuceaba, apuesto a que ya estaba delirando. Y Robert, mi gran amigo, disfrute tanto dividirlo en pedacitos.
Estaba tan feliz que no pude evitar soltar un suspiro seguido de una sonrisa.
—Yohan, ¿te cortaste el cabello?— menciona, Sofia, la representante de la clase. Últimamente, con la desaparición de esos payasos ahora toda la escuela convive mejor que antes, incluso están intentando incluirme. Ja, si supieran que fui yo quien los asesino.
—Si, mi tío dice que tengo un buen rostro— conteste con una "cálida" sonrisa, pero a decir verdad me estoy enojando. No soporto ser amable con los demás cuando lo que realmente quiero, es ver su sangre derramarse de su cuerpo y sus gritos de dolor que funciona como música para mis oídos.
—No se equivoco, es bueno poder verte los ojos— sonrió para después darme una pequeña palmada en la espalda y retirarse.
Si claro, como si realmente me importara.
Al salir de la academia regreso a casa para usar una mascarilla, peluca de cabello n***o, aretes y usar ropa de cuero n***o. Es hora de traer a la siguiente basura para divertirme. Conmigo también llevo una fotografía de esos tres bastardos, justo como terminaron, sus padres tienen que enterase que sus hijos no van a volver, después de todo. Aun soy considerado.
Estuve siguiéndolo toda la tarde, de su trabajo a una junta, luego en camioneta, después a una cena con colegas y por último, el bar, por fin llegó la hora, todo va de acuerdo al plan.
Al entrar al bar tardo horas en salir, marcaban a las dos de la mañana, mi hora favorita. Cuando puedes escuchar el mas mínimo ruido debido al gran silencio que rodea los lugares a esa hora.
Fue en un callejón sin cámaras en donde pude secuestrarlo. Con un paño empapado de Midazolam intranasal cubrí por completo su nariz y boca, evitando que pudiera emitir sonido alguno. Cuando el sedante surtió efecto en tan solo un minuto, aplique un refuerzo inyectable de Fentanilo IV, haciendo una mezcla única. Esto me pone muy feliz, lo cargue hasta llegar al bosque, donde me adentre hasta perderme en la oscuridad. Tengo un mapa entero de este lugar en mi cabeza.
Al llegar a casa, no tengo de que preocuparme, hay una entrada especial para nuestros visitantes, es un pequeño ducto que esta atrás, antes de llegar, esta en el bosque, técnicamente además de arrojar los cuerpos al ducto para que nadie los vea, esa pequeña casa funciona como un gran invernadero. Esta llena de plantas que recientemente compre y algunas otras que ya tenia el lugar. El musgo abundo incluso en las paredes de este. Totalmente camuflada.
Arroje el cuerpo de aquel hombre y ahora si, entré. Me dirigí al sótano, abrí la puerta del ducto y saque al hombre, luego lo seguí cargando hasta llegar a su lugar designado.
Al mirar dentro de la jaula, vi a Arzel, despertándose por el ruido. Cuando abrió los ojos pude apreciar ese color miel que tanto me gusta. Pero los abrió tanto que me hizo suponer que ya sabía lo que vendría.
Me acerque a la jaula después de haber cerrado bien la puerta donde dejé a ese viejo de mierda.
—Ven, acércate. —Obedeció y se acercó temblorosamente. El conoce su lugar y se comporta como tal. Acaricie su cabello y pude sentir la comodidad que Toby me transmitía.
El se encogió un poco, estaba temblando. Bajo sus ojos se están comenzando a notar unas ligeras ojeras. Es bueno que no hable, o de seguro ya lo habría matado. El miedo y terror que siente por mi es demasiado evidente. Tanto que me causa gracia.
—Sabes, hoy vas a ver algo muy divertido — sus expresiones son transparentes y empalidece un poco.
—Ese hombre que ves ahí, era amigo de mi padre. Es un pervertido que disfruta abusar de niños indefensos, por eso hoy vamos a darle una cucharada de su propio chocolate.
No oculte mi sonrisa, Arzel es la única persona que ha visto mi verdadero ser sin que lo mate. Además es divertido hablar con alguien sobre lo satisfactorio que es ver morir a los demás, pero es obvio que no piensa de la misma manera que yo.
Antes de que el sedante pierda su efecto, me adentro a la habitación, preparo mis herramientas y procedo a cocerle los labios con ajuga e hilo, lo último que quiero es escuchar la voz de este bastardo. Me encantaría arrancarle los ojos también pero me resisto solo por que necesito que vea lo que le espera.
*** ***
Ese tipo no despertó, fue el efecto del sedante con el alcohol. Me arreglo para ir a la academia, donde por lo general mis días son extremadamente aburridos desde que desaparecí a esos tres. Al fin puedo ir bien parecido a a escuela. Antes de irme reviso mi celular, y en efecto los noticieros están llenos de reportajes "Hijos de grandes personas resultan ser unos abusadores" tal parece que esa reportera al fin sirve de algo.
Para no perder mi reputación de "buen sobrino" le mando un mensaje a Larry.
[Parece que estarás muy ocupado, solo no te saltes las comidas. Iré a visitarte cuando pueda]
No me responde, lo que significa que debe de estar lidiando con los reporteros e involucrados.
Al llegar, veo a oficiales entrar al instituto. Han pasado 27 días desde las primeras desapariciones y si los padres reportaron las fotos que recibieron el día de ayer, su muerte se ha confirmado. Acelero un poco para alcanzarlos. Al ver a Leo entre ellos me doy cuenta de que esto será demasiado sencillo.
—¡Leo! ¿Pasó algo? —pregunté sonando preocupado y como un niño curioso. Pero es obvio que pasó algo, y ese algo fue especialmente ocasionado por mi. Todo esta saliendo según mis planes.
—Yohan, disculpa pero no tengo tiempo para explicarte, pero revisa tu navegador, no cabe duda que podrás entender todo sin que te lo explique — Responde de manera inmediata, se apresura y lo veo desaparecer entre los largos pasillos de la academia.
Toda la escuela esta hablando acerca de los policías en la academia y tal como dijo Leo. Y por supuesto, los rumores de que ha aparecido un asesino en serie están alarmando a los estudiantes, considerando que son de nuestra escuela. Y lo más curioso, es que son ocho los muertos. Pero, lo que ellos no sabían es que ahora tienen que investigar también lo que pasaba en sus vidas, sus oscuros secretos, los secretos que mantenían detrás de esa fachada de niños buenos. Cuando pregunten por ellos, habrá una gran cantidad de personas que los prefieran muertos y eso me dará tiempo a mi para hacerme cargo del resto de las basuras.
Priorizaron la interrogación de los estudiantes que tuvieran una relación más cercana a los desaparecidos. Incluyendo a los estudiantes de nuestro salón. Eran demasiados testimonios, así que nos dieron una fecha para nuestra participación. No me interrogaron ese día. Más tarde, fui a visitar a Larry. Al llegar a la comandancia, todo estaba hecho un caos, personas de un lado a otro, padres y familiares llorando y pidiendo una explicación.
Busco a la señorita Alice para preguntar por mi tío. Al preguntar me dice que esta en una junta pero que lo espere en su oficina. Al llegar, veo sus anotaciones y lo que tiene respecto al caso. Y si, efectivamente, todos los archivos contienen más información de los desaparecidos que de la búsqueda del asesino.
Se escucha como el cerrojo de la puerta gira y entra Larry con un enorme suspiro.
—¿Cansado?— preguntó.
—Como no te imaginas— me da una sonrisa ligera pero se nota bastante estresado.
—Toma, te compré una hamburguesa en el camino, apuesto a que ni siquiera has comido nada.
—Gracias, todo el mundo esta muy ocupado— camina hacia su escritorio y toma la hamburguesa.
—¿Y qué tan grave es esta vez?— pregunte como si de verdad no supiera la respuesta.
Hizo señal de que lo esperara a que termine de comer, y así lo hice.
—Lo siento Yohan, no puedo contarte muchos detalles al respecto, pero tal parece que se trata de un asesino serial.
Hice una expresión de sorpresa, no dije nada, esperando a que Larry fuera quien continúe explicando.
—De hecho, preferiría que no te involucraras esta vez, los casos están relacionados a tu escuela.
Sonaba preocupado, de verdad no quería contarme, así que seré yo quien saque él tema.
—Si, lo se, todos hablan de eso, además son mis compañeros los desaparecidos, si gustas puedo darte mi testimonio— encorvo laa comisura de mis labios esbozando una leve sonrisa para aligerar el ambiente.
—¿Qué? ¿De verdad están en el mismo grupo?— su curiosidad aumento no se si por mi o por el caso, pero da igual, por fin habló. — ¿Quiénes eran tus compañeros? ¿Notaste algo extraño en ellos?
—Bueno, Robert y Cecilia estaban conmigo en el mismo salón, me hacían bromas pequeñas, pero nada del otro mundo. Fuera de eso, tenían un grupo de amigos con bastante variedad. A decir verdad, no se notaba nada extraño. —Hago que mi voz suene tranquila y relajada.
—¿Como? ¿Te hacían bromas? ¿Por qué no me lo dijiste? — su preocupación hacia mi me molestan, no se por que se toma las molestias de pensar en mi cuando soy yo la persona de la que tiene que cuidarse, pero eso no lo sabrá hasta que sea el momento adecuado.
—Tranquilo, como dije, no era algo para alarmarse, sin embargo, me causan curiosidad los artículos que publicaron, esa reportera de verdad que no sabe quedarse callada.
Al decir esto, me explico un poco más sobre el caso, pero definitivamente yo tengo mayor información que ellos. Después de un rato cambiamos de tema y nos pusimos al día, antes de irme del lugar me pidió que no me involucrara. Accedí, pero esta claro que yo en definitiva no me quedare fuera.
Al llegar a casa, ya era de tarde. Al entrar lo primero que hice fue prepararle de comer algo a Arzel. Necesito que se mantenga saludable si quiero que aguante un buen tiempo. Después de tener un buen platillo, bajé al sótano. Me alegre de ver a Arzel dormido, me pregunto si la comodidad que siento de ver a alguien dentro de esta jaula es la misma que sintió mi padre en ese entonces. Aun que claro, él se tomaba más libertad con ello.
Espere un momento antes de despertar a Arzel. Siempre que me ve comienza a temblar, me gusta el miedo que siente al estar cerca de mi.
Después de despertarlo, encendí las luces de todas las habitaciones, y el hombre que permanecía dentro con los labios cocidos estaba rojo, alterado, desesperado y cuando me miró se quedo quieto, después empezó a golpear desesperadamente la pared e intento buscar una salida. Me causaba tanta risa.
—Que comience la diversión.