Así empezó nuestro nuevo trato, con otro polvo a fondo, donde me hizo correrme dos veces al final. ¡Y acabábamos de probarnos uno de los conjuntos! Así que, en mi estado de lujuria, le prometí volver a probarle todos los vestidos, todos los días. Al fin y al cabo, se había esforzado muchísimo para elegir la lencería más escandalosa y atrevida para mí. Tom nunca apreciaría que llevara algo tan vulgar y lascivo, así que mejor dejaba que Duane me disfrutara con ellos. Como él mismo dijo: “Sería una pena desperdiciar un cuerpo follable como el mío por NO usar algo que acentúe cada una de mis curvas…” ¡Y por una vez estuve de acuerdo! Además, eran solo unos cuantos conjuntos más, así que solo tenía que hacerlo hasta el jueves, ¡y eso sería todo! Solo por la próxima semana, hasta que me lo pru

