Theo vino con la excusa de disculparse por el escándalo que hizo con su ex, pero realmente no parece que tuviera intenciones de irse a pesar de que ya ha estado toda la mañana aquí, y no me quejo por eso, porque su presencia no me es molesta, incluso por momentos me olvido de que está aquí, quizás porque después de recorrer el apartamento, se sentó en el sofá a veces viendo lo que hacía y en otras ocasiones solo miraba su móvil cuando este vibraba, dando una respuesta rápida antes de regresar su mirada a mí, como si lo que yo hacía fuera realmente entretenido.
—Aldair —me llama.
—¿Qué pasa? —respondo sin prestarle mucha atención.
—Salgamos a comer.
Mis cejas se levantan al escucharlo, como si no entendiera su repentina petición, y tal vez no lo hago, porque siento que no ha pasado much
