Con dificultad abrí la puerta, entre quitándome los zapatos, deje caer las llaves y mi bolsa aun con la puerta abierta, y me deje caer sentada en el suelo. Fue entonces cuando me permití llorar a rienda suelta luego de pasar toda la noche aguantando con un nudo en la garganta.
Las lágrimas escurrieron por mis mejillas hasta caer sobre la parte superior de mis manos. Al escuchar pasos acercándose levante la mirada encontrándome así con la de Mich.
− Estaba tan preocupado − Exclamo con un suspiro de alivio al acercarse y envolverme con sus brazos sobre los hombros arrodillado frente a mí − ¿Que sucedió?
− Renuncie al trabajo de mis sueños − Respondí con la voz quebrada por el llanto − Y al fin le dije la verdad a Christian pero no lo tomo muy bien, no sé si pensar que las cosas terminaro
