Kim
Luego del baño fui directo al aula donde sería detención y me senté en el fondo y saqué mi libro de Romeo y Julieta, intentaba leer un poco más antes de terminar la reseña.
Estaban tan concentrada en mi lectura que solo fui consciente de que Alan entró al aula justo cuando lo tenía en frente de mi.
— Vamos. — Me tendió la mano ¿Pretende que se la tome otra vez? Ni soñando.
— ¿Dónde?
— A la biblioteca, le he pedido permiso al profesor para ir hoy también.
Sin decirle nada comencé a recoger mis cosas y salimos juntos. En el pasillo nos encontramos con unos pares de ojos curiosos.
Hay por Dios, cómprense una vida y cárguenla a mi cuenta.
— Ya que nos dieron permiso de ir a la biblioteca mejor vamos para el patio trasero donde está el campo de fútbol para de paso cerciorarme de q
