La vida de Alicia cambió por completo, a partir del nacimiento de Jonas, las cosas no hicieron más que mejorar. Una semana después de dar a luz, la estaban dando de alta de la clínica y se mudaba a su nuevo hogar junto a su futuro esposo. Aquellos días en los que se la pasaba llorando, habían quedado atrás y ahora, sonreía a cada momento. – Tengo una sorpresa para ti –exclamó Anderson al llegar a casa. – ¿Qué es? – Ya verás –sonreía divertido, lo que hacía que Alicia también sonriera. Él la guió escaleras arriba. Ella llevaba a Jonas en sus brazos quien dormía plácidamente. Pronto se encontraron afuera de una habitación y Anderson se apresuró a tomar el pomo de la puerta para hacer una dramática presentación e invitarla a pasar. Alicia abrió los ojos impresionada al ver aq

