He llegado al punto de creer que todos estamos locos a nuestra manera, por ejemplo Carla está loca por las compras y eso lo comprobé hoy. Estuvimos más de cinco horas en un centro comercial yendo de aquí para allá. Nos detuvimos en todas y cada una de las tiendas viendo los exhibidores, para después entrar a estas. En momentos llega a hacerse algo tedioso y aburrido todo esto, pero ahí es donde agradezco al cielo por Carla, ya que saca tema de cualquier cosa, empieza a jugar o a bromear acerca de todo lo que está alrededor, como es de costumbre en ella.
Ella iba sonriendo por todo el camino y yo iba riendo como nos es costumbre, es raro cuando la gente nos relaciona juntas debido a que Carla es una diosa en la moda y yo simplemente soy "Dev", la chica desaliñada que se preocupa más en las clases que en su vida social. Como si eso fuera malo.
Carla se mueve con movimientos rápidos y ágiles por todas partes, hemos llegado al punto de estar cargando tantas bolsas que simplemente debemos de ir al coche para dejarlas y regresar para seguir comprando aún más. En unos minutos u horas ya tengo más ropa en el coche de la que jamás he tenido junta en mi closet. Después de todo esto sigo sin entender como a las de más chicas de mi generación les encanta salir de compras todos los días y lo llegan a hacer su pasatiempo favorito, por que de verdad odio que tener que ir de un lado a otro probándote cosas, viendo si te quedan bien o si combinan con otras o como las usarías, si son prácticas, si no pareces una ofrecida con esa ropa. En fin, son demasiados los detalles de los cuales las mujeres debemos cuidarnos para encajar en la sociedad y creo que por eso siempre he evitado salir de compras o intentar estar a la moda.
Creo que lo más aburrido es cuando estamos en la estética, no es por nada pero después de estar varias horas caminando de un lado a otro llega ser demasiado aburrido tener que esperar más de media hora por un corte de cabello. Carla luce demasiado entusiasmada así que no digo nada y me limito a tomar una de las revistas que ponen en un revistero al lado del sillón de la recepción mientras ambas señalamos cortes de cabello y reímos de unos no muy afortunados. Cuando la recepcionista nos avisa que podemos pasar caminamos a una habitación llena de espejos, personas, asientos y sobre todo productos para el cabello.
Al final Carla me ayuda a escoger el corte, es algo simple, son solo capas largas. La capa de cabello más larga termina justo después de mis hombros, es algo corto, pero creo que en este momento debo de dejar de pensar en ello. De hecho debo de dejar de pensar en muchas cosas. Termino con un alaciado permanente, debido a la insistencia de Carla de que así luciría más mi nuevo corte de cabello.
Cuando por fin llegamos a su casa fue hora que Carla me enseñara a maquillarme, no es que no supiera antes, sino que simplemente sabia lo más básico, ambas reímos y bromeamos cada vez que me salen mal las cosas, cosa que el día de hoy ha sido muy frecuente,
-Solo tienes que pasar la brocha por tu ojo casi sin tocarlo, de una manera realmente delicada.- me dice ella riendo mientras sostiene un espejo en la mano y me enseña cómo pasa su brocha por su ojo con una habilidad sorprendente, yo trato de imitarla pero mi intento es simplemente torpe e inservible, entonces ambas empezamos a reír mientras vemos mi intento de maquillaje.
Cuando abro los ojos simplemente trato de volver a dormir, pero Carla me despierta del todo saltando en la cama como si fuera una niña pequeña, ambas empezamos a golpearnos con las almohadas en forma de juego para después empezar con el primer reto del resto de mis mañanas.
Carla empieza a ayudarme a hacer esto. Primero entre ambas buscamos y rebuscamos entre las cosas que ayer compramos y que tendré que volver más tarde por ellas.
Término vistiéndome con una blusa manga de tirantes fajada en una falda negra con una línea blanca, remarcada por otra negra y otra línea gris, también tiene algo de vuelo y un saco n***o. Mi pelo lo tomo en una coleta alta y dejo dos mechones de esta sueltos al lado de mi rostro. Y por primera vez en la historia del colegio "Devonne Brown usa tacones"
Ella me ayuda al maquillaje y cuando por fin ambas terminamos salimos como bala al coche, ambas vamos riendo. Aunque en mi horario normal vamos con retraso a ella no parece importarle y siempre llegamos con diferencia de segundos. Cuando aparco el coche en el estacionamiento del colegio ella se despide de mi sin dejar pasar tiempo, diciéndome que va a donde Joseph. Lo cual no me sorprende. Bueno, si me sorprende debido a que es mi mejor amiga y no esperaba que algo resultara de ambos. Empiezo a controlar mi respiración mientras tomo mi mochila y bajo del coche, siento como mientras más camino mi paso se vuelve más pesado de cierta manera, aunque empiezo a captar las miradas de muchas personas no me inclino o trato de esconderme, sino que me yergo y trato de caminar con el paso más seguro que jamás haya hecho.
Abro la puerta de la entrada y todos parecen notarme por primera vez desde que ya no soy novia de John, todos me miran y los susurros aparecen. Cada vez me voy sintiendo más segura hasta que lo veo a él. Con una playera polo color roja, con la banda blanca, unos jeans y unos tenis blancos. El me mira por unos instantes y empieza a caminar en mi dirección, entonces yo empiezo a acercarme a él, sintiendo como un nudo se crea al pensar que voy a cruzar palabra con él. En ese momento pienso que él me necesitaba, y que me quería tanto como yo lo quiero a él.
Me equivocaba.
Cuando está en frente mío pienso que se va a detener por lo cual yo me detengo en seco, pero no lo hace. Sigue caminando hasta que llega con Nubia y empieza a devorársela a besos. Me siento estúpida y empiezo a acomodarme la mochila en mi hombro con movimientos torpes y nerviosos, deseando que nadie viera lo que sucedió. Camino a mi casillero sintiendo como un peso enorme se va acumulando en mis hombros, abro la puerta de este y empiezo a guardar mis cosas y a buscar las cosas de la primera clase,
-Disculpa- Me dice una voz gruesa y masculina del otro lado de la puerta de mi casillero, entrecierro un poco este para ver de quien se trata y es un chico demasiado guapo, prácticamente podría ser un príncipe de cuentos de hadas. Tiene el pelo color castaño algo claro, pero no mucho, ojos sumidos de color azul cristalino algo oscuro, cejas gruesas y tupidas, piel pálida y labios carnosos y rosas,
-¿Podrías ayudarme?, no conozco muy bien aquí, soy nuevo- me dice el mordiéndose un poco su labio inferior, el me extiende su mano en forma de saludo y no dudo en tomarla,
-Claro que sí, soy Dev- le digo soltando su mano sonriendo un poco de una manera amigable, el hace lo mismo y es una sonrisa hermosa. Demasiado dulce y sincera,
-Ázim, un gusto- me dice él.