Capítulo II

2957 Words
Pov. Soo.   —Tenemos que huir.— nos encontramos encerrados tras unas gruesas rejas de acero, el lugar apesta y la luz es realmente escasa. —No podemos Baek, no hay salida, mira a tu alrededor, estamos condenados a permanecer aquí.— camino hacia dónde se encuentra Seok aún desmayado y acaricio su cabello. —¡No pienso quedarme un solo segundo más en este lugar!— mi querido primo sujeta con sus manos las rejas y empieza a gritar como un loco. —¿Qué sucede princesa, tan rápido quieres salir para servirnos?— ¿Eh? ¿Servirnos? ¿A qué se refiere? —¡MALDITO, SÁCANOS DE AQUÍ! ¡SOMOS HUMANOS, NO PERROS!— Baek saca una de sus manos por las rejas tratando de alcanzar a ese hombre alto. —Baek, por favor, tranquilízate.— no es que les tenga miedo solo soy cauteloso. —¡Cállate insolente!— aquella gruesa voz resuena por todo el lugar, escucho un quejido al fondo y es Seok que se está levantando. —¡Cállame si quieres! ¡Seguiré gritando hasta que nos saques de aquí!— sus gritos siguen haciendo eco, creo que ese par ha encontrado la piedra en su zapato, lo resto importancia porque conociendo a Baek no dejará de gritar. —Hyung, ¿Estás bien?— parpadea un par de veces hasta que asiente. —¿Estás bien, soo? ¿Baek está bi… —¡OREJAS MUTANTES, TE LAS CORTARÉ Y ME LAS COMERÉ! ¡MEREZCO QUE ME OFREZCAN UN LUGAR LIMPIO!—escuchamos sus vociferaciones así que ambos rodamos los ojos. —Supongo que sí está bien.— le sonrío a mi hyung antes de ayudarlo a pararse. —¡SUFICIENTE! ¡YA ME CANSÉ DE ESCUCHARTE!— aquel hombre saca algo de su bolsillo y se aproxima a la puerta esquivando las manos de Baek. —¡Hasta que por fin haces algo bueno!— vemos como la reja se abre haciendo un ruido ronco. —Dame el bozal.— le dice a su acompañante que inmediatamente se lo entrega, aquel hombre sujeta a Baek entre sus brazos y se lo pone, vemos a nuestro primo berrear pero no intervenimos por miedo a que uno de las patadas que lanza nos llegue.—  Permanecerás así hasta que aprendas a guardar silencio.— Baek le saca el dedo del medio y ese hombre hace lo mismo antes de irse. Nos quedamos en total silencio mirándonos entre nosotros porque la reja está abierta. —¡Hola, chicos!— el joven que acompañaba a ese hombre llamado Chanyeong nos sonríe y realmente nos sorprendemos.— Soy Yizing.— su lindo hoyuelo llama mucho mi atención.— No se asusten, así normalmente es Chanyeong pero quién realmente da miedo es mi esposo Yifan.— ¿Ah? Abro enormemente los ojos. —¡Tu esposo!— Tanto Seok como yo decimos al unísono, porque obviamente Baek no puede hablar. — ¿Por qué se sorprenden? Es normal, además, miren esta preciosura.— nos sonríe para luego bajar su mano hasta su ¿Estómago?— Díganme si no es hermoso, Yifan está muy emocionado. —¡¿Qué tienes en el estómago?!— Seok es quién me gana al preguntar aquello. —Un bebé.— sus ojos se iluminan —Pero eres un… —¿Vampiro? —En realidad iba a decir hombre. —¡¿Yizing dónde estás?!— una imponente voz atraviesa nuestros oídos. —¡Oh! Es mi esposo.— nos sonríe para luego mirar a Baek.— Por favor tenle paciencia a Chanyeong, es bueno pero un poco tosco.— nos voltea a mirar.— los otros dos son casi iguales a él, pero los necesitan, no traten de escapar porque si los atrapan no dudarán en matarlos.— frunzo el ceño porque estos seres son extraños y quiero saber qué planean.— Ahora, denme algún artículo que hayan traído. —¿P—para qué?— Seok pregunta con voz temblorosa. —Ellos los escogerán.— dice sin borrar aquella sonrisa. —¿A qué te refieres? —Duobus geminis animabus, Et in eadem sententia.— ladeo la cabeza porque realmente no le entendí.— ¡Oh! Olvidé que no son de mi época, lo siento. —Lo que acabas de decir, ¿Qué significa?  — Dos almas gemelas tienen… —El mismo pensamiento.— me sorprendo al escuchar la voz de mi primo mencionar aquello. —¡Exacto!,  ¿Has estudiado latín?— Yizing le pregunta y él parece despertar de algún trance. —¿Qué? —Pregunto si has estudiado latín. —No, ¿Por qué? —Acabas de completar lo que él citó.— lo miro curioso y él parece no comprender. —Sinceramente no lo sé, aquello solo apareció en mi cabeza y tuve la necesidad de decirlo.— parpadea muchas veces. —Lujan.— Yizing murmura aquello. —¿Qué dijiste? —Nada, solo no me hagan caso, ahora jóvenes, denme algún objeto de valor que tengan.— sin hacer más preguntas lo hacemos, le entrego el rosario que mi madre me regaló en mi cumpleaños número dieciocho, Seok le da una pequeña libreta y Baek a regañadientes le entrega un cabello.— ¿Seguro que esto es lo que quieres dar?— asiente y rueda lo ojos antes de cruzarse de brazos.— ¡De acuerdo! , nos vemos luego. Sin más se va dejándonos solos. —¿Ahora qué crees que hagan?— Seok viene y sujeta mi mano, en realidad, a pesar de ser el menor de los tres, soy el más maduro y parezco el mayor. —No lo sé, hyung.— volteamos a mirar a Baek que a pesar de tener ese carácter nos mira preocupado. Esperamos lo que parecen ser horas, tratamos de entretenernos en cualquier cosa pero no podemos dejar de pensar sobre nuestro futuro. Escuchamos como la reja es abierta con un fuerte sonido.— Es hora de salir.— vemos como un alto joven de cabello rubio viene a sacarnos. Caminamos una tras el otro, volteo a ver a Seok y está muy asustado, Baek muestra ninguna expresión pero cada vez que nos adentramos en aquellos tenebrosos pasillos parece como si su valentía hubiera sido drenada de su cuerpo. Es un camino realmente largo, ya he perdido la cuenta de cuanto hemos subido y bajado, mis rodillas se sienten un tanto débiles. A lo lejos visualizamos una gran puerta de madera con cerradura de hierro, ese joven alto se adelanta a nosotros y en un dos por tres ya se encuentra al lado de aquella entrada.  Abre la puerta, llegamos a ella, ingresamos y un majestuoso e imponente lugar es mostrado ante nuestros ojos, hay muchas pinturas colgando de las paredes, alrededor hay como cinco escaleras y pasillos, todo brilla a nuestro alrededor y el enorme candelabro en el techo me deja con los ojos abiertos de la impresión. —Bien, ya que seremos familia.— se ríe y me parece haber escuchado un “Claro, si esos idiotas no los matan”.— Me presentaré, mi nombre es Sejun, disculpen pero no recuerdo los suyos. —Yo soy Do Soo.— asiente y vuelve su mirada a Seok. —Mi nombre es Kim Seok.— él inclina su cabeza y mira a Baek.— Y él es mi primo Byun Baek.— le sonríe como si quisiera preguntar algo.— ¿Le puedes sacar esa cosa de la boca?  —No puedo desobedecer a mi hermano mayor, pero tal vez cuando su pareja sea escogida, él se lo sacará, no te preocupes.— mi  primo asiente mirando un poco triste a Baek.—Síganme, iremos  al despacho dónde nos esperan los demás. Asentimos y lo seguimos en silencio, llegamos e ingresamos con el corazón en la boca, dentro de aquel despacho hay seis personas, frunzo el ceño porque creí que estarían los siete, miro hacia todas aquellas caras y me doy cuenta que el muchacho que me trajo hasta acá no estaba. —¿A quién le pertenece este singular objeto?— uno de ellos levanta la pequeña libreta que Seok dio y sentí a mi primo estremecerse junto a mí.— ¿Es tuyo?— Aquel hombre no deja de mirar a Seok. —S—sí.— traga duro antes de asentir. —¡Lo sabía!— él se aproxima y en un dos por tres ambos desaparecieron. —¡¿A dónde se fue mi primo?!— grité y los miré horrorizados. —A su lecho, él es la pareja de Lujan.— no puedo salir de mi asombro porque desaparecieron como si fuera magia.— ¿Ahora, quién de ustedes dos fue el gracioso que dio un cabello?— aquel hombre alto y de voz gruesa preguntó enarcando una ceja.— ¿Eres tú?— me miró fijamente pero de inmediato desvié la mirada para mirar a Baek.— ¡Rayos! No me digas que… —Eso es de Baek.— el rostro de Baek era todo un dilema, sé que si no hubiera estado con esa cosa, hubiera gritado mucho. —¡j***r!— lo miró maliciosamente antes de envolverlo entre sus brazos.— ¡Ahora sí te dominaré, princesa!— gritó antes de desaparecer así mismo como los otros dos. —Soo, ven, acompáñame.— Yizing se me acercó cogiendo mi mano. —¿Eh? ¿Por qué?— lo miré dudoso. —¿Recuerdas lo que digo Chanyeong en el salón de tu casa?— trato de recordar pero no logro hacerlo así que niego.— Nosotros necesitamos la sangre de nuestra pareja para vivir y si no consumimos de su sangre enloquecemos hasta la muerte.— frunzo el ceño porque, bueno, son vampiros y se supone que están muertos. —Disculpa pero no entiendo. —Te comprendo, cuando ingresé a esta familia tampoco entendía pero ya irás descubriendo nuevas cosas.— no logro hallar una razón lógica pero no hago más preguntas, nos adentramos hacia uno de los pasillos, vuelvo a ver hacia atrás y veo a un hombre alto y también rubio al igual que Sejun siguiéndonos.— Él es mi esposo, Yifan.— me sonríe y vuelve a enfocar su mirada hacia el frente.— Jongin es tu  pareja. —¿Jongin? —Sí, cómo ya te dije si no bebemos de la sangre de nuestra pareja, enloquecemos hasta la muerte y él justo después de dejarte en aquella celda entro en aquella fase.— lo miro horrorizado. —¿A qué te refieres? ¡¿Él beberá mí sangre?!— grito muy sorprendido y me paro en seco tratando de correr pero soy sujetado fuertemente por ese hombre tras mío. — Lo siento Soo pero si no lo hace, nuestro hermano morirá.— me sonríe antes de empujarme hacia una habitación. —¡No, espera, Yizing déjame salir!— grito y golpeo la puerta tanto como puedo.— ¡No me dejes aquí!— escucho como le echa llave a la puerta y golpeo más fuerte aún.  —No te preocupes Soo, él está amarrado con fuertes cadenas a la cama, tan solo tienes que dejar que te posea y succione tu sangre, si lo haces bien, él no te matará y te convertirás en su pareja.— la desesperación se adueña de mi ser, no sé qué hacer, doy un profundo grito de la pura frustración. Vuelvo a tocar fuertemente la puerta hasta que me debilito, derramo unas lágrimas hasta que decido dar la vuelta. Alzo la mirada y me encuentro con unos penetrantes ojos fijos en mí, siento mi piel ponerse de gallina, no soy de asustarme pero ese hombre de cabello blanco y sonrisa tenebrosa hace que mi corazón palpite fuertemente contra mi pecho.— Acércate.— brinco del susto al ver cómo intenta soltarse sin éxito. —No lo haré.— digo firmemente, sentándome en un rincón. —¡ACÉRCATE!—grita y me estremezco ante su grito. —Si lo hago me lastimarás.— digo obstinadamente. —¡MALDITA SEA, NO TENGO TU PUTO TIEMPO, SI NO LO HACES MORIRÉ!— sus ojos fieros me miran fijamente con dolor. —¿Morirás?— mis pies se mueven por sí solos así que paso a paso me acerco a él.  —Sí, ¡AAAHHH! ¡DEMONIOS, EL DOLOR ES CADA VEZ MÁS INSOPORTABLE! ¡DUELE!— veo cómo se retuerce de dolor así que me desespero y lo sujeto. —¡¿Qué hago?! ¡¿Dónde te duele?!— digo completamente desesperado, no soporto ver a las personas sufrir, miro su rostro y me quedo en shock cuando lo veo sonreír con aquella socarrona sonrisa. —Genial, ya te tengo.— ¡¿Qué sucede?! Rápidamente soy envuelto por sus piernas fuertemente acercándome a él, intento moverme pero no puedo, no puedo mover ni un solo músculo, mi rostro queda muy cerca de su rostro.— Eres muy hermoso.— dice antes de besarme.   Fin Pov. Pov. Baek.   Este maldito idiota pone sus sucias manos sobre mi cuerpo, ¡Ahhh! ¡Ya siento que lo odio! Me muevo desesperado tratando de alejarlo con mis manos pero no puedo. ¡Cómo quisiera gritarle!  —¿Quieres que te saque ese feo bozal?— Asiento frenéticamente.— ¿Qué harás por mí si lo hago?— frunzo el ceño achinando los ojos y dejando de moverme.— ¿Te comió la lengua el ratón?— ¿Es idiota?—Oh, espera, no puedes hablar.— ¡Animal! Me muevo fuertemente hasta que logro zafarme de su agarre y no lo pienso dos veces antes de patearle en sus partes nobles.— ¡Ahhhh, demoniossssssss!— grita estruendosamente sobándose aquel lugar. ¡Ven para acá pequeño mocoso! Corro por toda la habitación como loco, él me persigue y es muy emocionante, me meto debajo de la cama y salgo por el otro lado, corro por un buen rato hasta que tropiezo y caigo de cara contra la alfombra ¡Rayos! Ese vampiro viene y me voltea subiéndose en mi encima destrozando el bozal que me puso.— ¡Suéltame piernas chuecas!— no pierdo el tiempo y grito lo primero que se me viene a la mente. —¡¿Alguna ves cierras la boca?!— lo pienso muy furioso hasta que asiento. —¡Cuando voy al baño y pujo!— le escupo en la cara pataleando tratando de zafarme, pero él pone todo su cuerpo sobre el mío hasta que deja su rostro totalmente frente a mí. —¡Insolente, te voy a destrozar!— dice antes de besarme con furia mordiendo mis labios, abro los ojos enormemente antes de empezar a llorar, se da cuenta y se despega de mi cuerpo con el ceño fruncido.— ¿Por qué lloras?— ¿Y todavía lo pregunta?     —¡Eres un bestia animal!— le grito y lloro incluso más fuerte sintiendo las lágrimas caer por mis mejillas. —L—lo siento.— dice tratando de tocarme. —¡Idiota ese fue mi primer beso!— lo empujo para pararme y correr a ocultarme bajo los cobertores de la cama.     Pov. Seok.   Estoy temblando, tengo mucho miedo, desaparecimos tan rápido que ni siquiera me di cuenta cuándo habíamos llegado hasta esta habitación. —¿Quieres algo de tomar?— ese joven me pregunta pero niego.— ¿Cuál es tu nombre? —M—Seok.— digo para luego aclararme la garganta, mi cuerpo tiembla. —No me tengas miedo.— viene y acaricia mi mejilla.— Soy Lujan y a diferencia de mis hermanos, no te poseeré si no quieres.— me sonríe ante de alejarse con una copa de vino en sus manos y sentarse sobre la cama.— Ven, siéntate a mi lado.— palmea su costado y me acerco desconfiado. —¿Prometes no dañarme? —Nunca te dañaría.— una vez más me sonríe y puedo ver sus caninos muy pronunciados, así que salto de la impresión.— No te morderé, bueno, al menos no por ahora, confía en mí.   ¿Confiar en él? Cómo hacerlo si no lo conozco— ¿Qué eres?— tengo mucha curiosidad, así que no puedo dejar de preguntar. — Estoy muy seguro que sabes lo que soy.— toma un sorbo de su copa para luego cruzarse de piernas. —¿Vam…—trago duro.— piro?— asiente y boto todo el aire que estaba conteniendo.— solo quería confirmar que no me lo estaba imaginando. —¿Saber por qué te necesito, verdad? —¿Para vivir? —Veo que sí prestaste atención a las palabras de Chanyeong.— agacho la mirada tímido.— Sí, te necesito para eso pero nunca he sido la clase de persona precipitada. —Puedo preguntar, ¿Por qué odian tanto a mi familia?— lo miro curioso y él suspira pesadamente. —Nos arrebataron a nuestro padre.— continúa bebiendo de su bebida mirando hacia la nada. —Pero mataron  a mis familiares, creo que fue lo justo.— voltea a mirarme para luego acariciar mi cabello.— Pero ¿Por qué quisieron hacer aquel trato? — Quería conocerte.— ¡¿Qué?! Abro enormemente los ojos de la sorpresa.— Te pareces tanto a ella.— salto de la cama y  me separo de él. —¡¿A qué te refieres?!  ¡¿A quién me parezco?!   — Te pareces aquella mujer que murió bajo ese árbol.— me encuentro totalmente desencajado que no me doy cuenta cuando aquel hombre llamado Lujan me sujeta de la cintura para luego besarme.   Fin Pov.      
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