25 de mayo de 2018 Querido diario, El día de la excursión amaneció con un cielo claro, el sol brillando con promesas de aventuras y descubrimientos. La emoción burbujeaba dentro de mí como un torrente, impaciente por desbordarse en esta experiencia única. Habíamos pasado los últimos días preparándonos, reuniendo todo nuestro equipo de supervivencia según las indicaciones del profesor Rigel. La anticipación creció con cada artículo que añadíamos a nuestra lista. Esta mañana, el profesor Rigel, con su habitual serenidad, comenzó a dividirnos en equipos. Cuando anunciaron mi equipo, un destello de sorpresa me recorrió al escuchar el nombre de Jackson junto al mío. A pesar de nuestra complicada historia, sabía que podríamos trabajar bien juntos; después de todo, compartíamos un pasado que

