Cada que leía algo sobre mitología me preguntaba mucho sobre esta relación. Si Themis y Zeus se amaban mucho, tanto que el dios del rayo dejó de ser infiel en el tiempo que estuvieron casados ¿Por qué se separaron? Mi mente seguía trabajando en tratar de responder esa pregunta, pero la voz de Zeus hizo que volviera a prestar atención a esa conversación que estaba llevándose a cabo en mi cabeza.
— Themis yo… ¿crees que todo habría sido diferente? Si seguiríamos juntos, si no hubiese tomado otra esposa, si yo tan solo yo no te hubiera fallado, yo-
— Las cosas pasan por algo, no te fijes tanto en lo que ya pasó, lo nuestro no funcionó y lo aceptamos ¿recuerdas? No debemos vivir en el pasado, sino centrarnos en nuestro presente. Además, lo más importante es resolver esto.
— Ha…claro, olvidé que no cambias de parecer cuando tomas una decisión, eso lo sé. Pero solo quiero que sepas que me arrepiento mucho de lo que hice, soy un dios, pero también me equivoco y si llegase a borrarse mi existencia, no quiero hacerlo sin antes decirte que lo siento… que lo siento y que solo tú has podido ponerme en el camino correcto, solo tú has logrado calmar mis arranques de ira, solo tú has conseguido llegar a lo más profundo de este corazón inmortal. No te supe valorar y tan egoístamente te pedí que te quedaras a mi lado y tú eres tan valiente y fuerte que aceptaste sin chistar por bastantes siglos. Quiero decirte que tienes toda mi admiración, respeto y amor… mi hermosa ninfa del bosque.
— Zeus yo…
De repente las voces se escuchaban cada vez más y más lejanas, aunque me esforcé por prestar atención había algo que lo impedía y un fuerte cansancio me atrapó, si hubiese tenido los ojos abiertos quizá lucharía por mantenerlos abiertos. Sentí como si unas manos enormes cubrieran mis oídos y solo escuché la nada, finalmente me dejé ir en ese cansancio hundiéndome en lo más profundo.