— …Exacto, no fue suficiente, y al no tener poder, los dioses eran prácticamente humanos. Zeus y los demás fueron a ver a las Moiras para pedir ayuda. Las diosas del destino no podían ver lo que iba a pasar en el futuro, era como un manto n***o que cubría sus visiones, pero les explicó lo que hizo Cronos. Logró usar una magia muy antigua y puso su alma a dormir en un contenedor humano compatible, este, al recibir la divinidad de un dios, convirtió su cuerpo en inmortal, esperando así el momento de la extinción de los olímpicos para así poder alzar su hoz y recuperar todo lo que una vez le fue robado. Los olímpicos entendieron que habían cometido un grave error al no ver la humanidad como su creación más preciada y tratarlos como juguetes para su propia diversión, se arrepintieron de no asesinar a su padre y creer que todo iría bien si lo encerraban. Algunos dioses aceptaron la derrota y se fueron a sus templos principales para desaparecer, estaban dispuestos a pagar por sus errores de esa manera, sin embargo, doce dioses se negaron a desaparecer de esa manera, se negaban a aceptar la derrota, y sus ansias por luchar por la humanidad fueron más fuertes que su orgullo herido. Es así que imitaron a Cronos y eligieron a doce humanos compatibles, convirtiéndose así en contenedores de los dioses y guerreros de estos. Estos guerreros se volvieron inmortales y se centraron en entrenar, se especializaron y se adecuaron al paso del tiempo y sus cambios con el fin de derrotar al dios del tiempo, esperando su despertar para así poder derrotarlo.
La mano de Damián cerró su laptop, dando terminada la explicación. Solté un suspiro, esta historia sin duda me había entretenido mucho, pero no entendía a dónde es que querían llegar con todo eso, por ahora tendría paciencia y les seguiría la conversación, por supuesto no era que quería saber más, claro que no.
— Entonces, si lo que dices es cierto, ¿qué pasó con los guerreros? ¿siguen esperando el despertar de Cronos?
Ninguno respondió a mis preguntas, C que aún estaba apoyado contra la pared me quedó mirando como si estuviera luchando consigo mismo. Después de un buen rato C bajó sus brazos y procedió a hacer algo que sin duda no esperé. Se quitó el polo que tenía puesto y yo estaba ahí, mirando con los ojos abiertos a punto de salirse de mi rostro, se suponía que la privacidad de uno era algo preciado ¿cierto? Yo lo sabía, mi cerebro lo sabía, pero al parecer mi cuerpo aún no lo sabía porque se quedó quieto, admirando cada curva, cada músculo. Si bien supuse que el cuerpo de ese hombre era perfecto, no supe la magnitud de perfección que tenía bajo la ropa, hombros anchos, un pecho muy bien trabajado y ese abdomen ¿podría lamer algún día esa tableta de chocolate? Mi boca se hizo agua al imaginarme acariciando y lamiendo esa piel. Pude darme cuenta que la piel de C tenía cicatrices, sin embargo, no me importó, ni siquiera iba a preguntar cuál era la historia tras ellas, para mí esas cicatrices eran perfectas.
— Cuando los guerreros fueron elegidos, en sus pieles nacieron marcas, una marca que simbolizaba su deber para con la humanidad y con los dioses a los que servían, el símbolo iba a cambiar cuando sus dioses despertaran y estos les darían a sus contenedores algo de los poderes que les quedaban para poder luchar contra el rey tirano…
C alzó su mano y se acarició el pecho ¿era una cicatriz? ¿tan concentrada estaba comiéndomelo con la mirada que no vi una cicatriz en su pecho? Tuve que mirar unos cuantos segundos más para poder darme cuenta. De pronto la garganta se me secó, en medio del pecho de C había una marca que conocía muy bien, tan bien que yo tenía toda una vida con una marca igual a esa en mi pecho.
— Por…por qué tienes una marca parecida a mi marca de nacimiento.
Mis ojos subieron hasta los de aquel hombre, tratando de buscar alguna respuesta en su mirada. No sabía porque, pero la sensación de frio recorriendo mi espina dorsal y el miedo a oír una respuesta, cualquiera que esta sea, me tenía al borde de la desesperación ¿este era el sexto sentido que una mujer tenía adherido a su ser del que tanto se hablaba?
— Hace poco se supo que Cronos despertó, por ende, los dioses también lo hicieron. Las marcas de los guerreros cambiaron con el despertar. Las Moiras avisaron a los guerreros que su séquito adelantó el despertar porque estaban buscando algo que no pudieron encontrar y que solo Cronos y sus hermanos podrían hacerlo, estaban buscando las almas puras y divinas que fueron dejadas en el mundo mortal, almas que podían ayudar a los guerreros a luchas contra el dios del tiempo. Estas almas tendrían características específicas con las que los guerreros podrían encontrarlas y protegerlas. Algunas de las características es que a esas almas no se les podría borrar la memoria y… esas almas tendrían la marca de la divinidad en alguna parte de su cuerpo.