Capítulo 13 parte 2

689 Words
Nunca esperé poder tener esas sensaciones en mi cuerpo, es decir, aunque fuera virgen solía jugar de vez en cuando conmigo misma y solía disfrutarlo, pero no pensé en mis más locos sueños poder experimentar ese nivel de placer. Caesar me dio pequeños besos sobre mi cuerpo, mi pecho, bajando por mi estómago, hizo un camino de besos dirigiéndose hacia el sur. — Caesar yo… — Shhh… cariño, deja que yo me encargue. Demonios, necesito probarte o juro que me volveré loco. Mis ojos se cerraron de inmediato cuando sentí la lengua de Caesar lamer mis ya húmedos pliegues, ya había tenido un orgasmo por lo que estaba demasiado sensible. — Tan deliciosa… Caesar no tuvo tregua conmigo, su lengua ingresó a mi interior en un intento por prepararme, esa lengua experta jugueteaba con mi entrada, succionaba mis pliegues y me besaba los labios de abajo con la misma intensidad con la que me besó hace unos minutos. Sus labios comenzaron a succionar mi clítoris mientras uno de sus dedos ingresaba en mi interior, ¿se podía sentir más placer del que ya experimenté hace un momento? Recién pude averiguar que sí. Lentamente el dedo de Caesar entraba y salía de mi interior, primero lento, aumentando su velocidad de rato en rato. Su lengua experta lamía mi clítoris y de vez en cuando daba pequeña y suaves mordidas a mis pliegues. Yo me había convertido en una muñeca donde él hacía lo que quería conmigo y yo solo podía sostener su cabeza con mis manos, alejando o acercándolo más a mí, mis gemidos y el sonido de las succiones de Caesar eran los únicos sonidos que llenaban la habitación. Ese dedo pronto se volvió en dos y luego en tres dedos, lejos de sentir incomodidad, mi cuerpo solo sentía necesidad, era como si con solo tocarme algo en mí se encendía. — Caesar creo que yo… No tuve tiempo para avisarle, no hizo falta mucho para que volviera a tocar la cima, mi interior se contrajo, y mis caderas se movían sin un orden aparente, un grito salió de mí mientras mis piernas se cerraban y presionaban la cabeza de Caesar entre ellas. Mi vista se nubló y mis gemidos salieron incontrolables, sentí que palpitaba por todos lados y una nueva necesidad apareció. De pronto sentí que mi interior estaba vacío, sentí ese anhelo de llenarlo con algo grande, grueso y caliente, la sola imagen de eso provocó que mi interior se contrajera de satisfacción. Caesar alzó la cabeza, sus labios y quijada brillaban por el líquido que estaba en ellos, pero él no se vio enojado ni ofendido, al contrario de todo, vi cómo lamía sus labios y sus dedos con avidez, saboreando con gusto mis jugos. Esa vista lejos de pareces grotesca, hizo que nuevamente mi interior palpitara y automáticamente cerré las piernas para ejercer un poco de presión para aliviarme. Por unos segundos pensé en mi decisión de llegar pura al matrimonio, fue una decisión que tomé porque no estaba segura de poder intimar con Jason, no me sentía cómoda con él a pesar que lo conocía hace un tiempo, pero ahí estaba Caesar luego de haberme hecho el mejor sexo oral que había tenido nunca, no hizo falta conocerlo mucho para permitirle ver, tocar y probar una parte de mi cuerpo que no estaba permitida para nadie a excepción de mi futuro esposo. Luego de analizarlo, no me molestó ni me sentí mal, al contrario, mi corazón se sentía pleno y deseoso por más, entonces tomé la decisión que no me importaba ya mi virginidad si la perdía con ese hombre que me miraba como si fuera lo más preciado de la vida, tampoco pensé que sería una de esas mujeres atrevidas en el momento de la intimidad, pero no me importó nada más. Todo temor, toda inseguridad fue arrojada por la ventana y una Nora más atrevida tomaba posesión de mi cuerpo. Mis manos acariciaron el gran pecho de Caesar y bajaron lentamente, sentí cómo temblaba bajo mi toque y eso me dio más valentía para hacer lo que estaba a punto de hacer.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD