Capítulo 17 parte 9

660 Words
“Ellos me quitaron toda la energía, ya quiero ir a casa” pensé viendo nuevamente por el rabillo del ojo a Caesar dar la vuelta a Lizz. Me hubiese gustado ser el primer baile de Caesar, me imaginé a él y a mí pasando por toda la pista, nuestros cuerpos juntos, nuestros ojos viéndonos mutuamente sin fijarnos en los demás. Ante esa ilusión mi estomago revoloteó y ese cosquilleo surgió “lo sabía, es Caesar con quien quiero estar ahora” — No es posible que años en pareja lo hayas olvidado en unos pocos días. Nora, no me digas que tú… ¿estuviste íntimamente con ese bastardo? — Igual que tú, años en pareja lo olvidaste al enredarte con Lizz y no me ves reclamándote. No es de tu incumbencia con quién esté, ya no formas parte de mi vida Jason. Su mirada tembló, nunca lo había visto en ese estado, Jason era como su padre, seguro de sí mismo, orgulloso por sus orígenes y por lo que tenía, arrogante por su apariencia y aseguraba que todos lo envidiaban ¿cómo diablos estuve con alguien así? Ahora que le dejé claro que no sentía nada por él, parecía que aplasté su orgullo. Felizmente la canción terminó y yo agradecí mentalmente por eso, antes que Jason se diera cuenta me alejé e hice una pequeña inclinación a modo de saludo, giré mi cuerpo para irme a la mesa. Para ese momento ya varias parejas habían salido a bailar y la pista se estaba llenando. Frente a nuestra mesa estaba Caesar de pie, esperándome, mirándome fijamente, las mariposas volvieron con más fuerza, mis piernas se sentían como gelatina y yo solo esperaba no tropezar “no te caigas, no te caigas, no te caigas” cuando al fin llegué a su lado, sus manos tocaron las mías y de inmediato sentí las cosquillas que tanto conocía, nuestras miradas conectaron y las mariposas revolotearon más fuerte en mi estómago, esa expectativa, ese nerviosismo se hizo más fuerte, no estábamos bailando, pero aún así se sentía que nadie más que nosotros se encontraba en ese lugar, nadie más existía en ese momento. Todas esas sensaciones eran conocías, pero también diferentes, todo era más fuerte que cuando estaba con Jason “todo es más fuerte con Caesar” Mi guerrero se acercó a mi para hablar, ya que la música había empezado y era un poco fuerte, sabía que quería decir algo, pero estaba nerviosa solo por su cercanía, su aroma cítrico me golpeó de lleno y lo único que deseé fue estar entre sus brazos, más precisos en su cama y desnuda “cálmate chica” mi cerebro se estaba burlando, pero no me importó. — ¿Estás bien? Tengo que hablar con un colega que acabo de encontrar aquí, pero primero quería preguntarte si estaría bien que me ausente por unos minutos. Su mirada de preocupación me llenó el alma, cualquiera hubiese desaparecido sin decir una palabra y dejarme sola sin saber el paradero de mi pareja, estaba preocupado por mí y me preguntaba si estaba bien que vaya. Con una sonrisa asentí con la cabeza. — Puedes ir, iba a ir al baño de todos modos, ve y habla con tu colega. — Apenas termine esa conversación nos iremos de aquí ¿te parece bien? — Por favor, que ya no aguanto los tacones. La comisura de sus labios se alzó ante mi broma, asintió con la cabeza mientras me llevaba a los baños, una vez me dejó ahí, él desapareció. A pesar que hice una broma sobre mis zapatos, era cierto que no los aguantaba, nunca fui una chica de tacones, siempre usaba plataformas para las fechas en las que tenía que ser más elegante y usualmente no me molestaban, pero esas plataformas eran nuevas y sí, tenía unas lindas ampollas en la parte de mi tendón de Aquiles y bajo mis dedos de los costados de cada pie.
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