Viernes -Pues sigues teniendo marca. -dice el chico, pasando el dedo suavemente por la piel de mi brazo, que aún reflejan un rastro blanquecino de algunas heridas que se han curado. -Me clavé no se cuántos cristales en la pelea, ¿no lo viste? -pregunto, mirándolo a los ojos azulados. -Pues no, había muchísima gente, y que yo sepa, no eras la única metida en la pelea, ¿o no? -continúa Jackson, mirándome mientras frunce el ceño, libre del cabello que tiene levantado hacia arriba. -No. No era la única. -respondo, separando levemente mi brazo de su tacto al ver mi moto aparcada en su plaza. -Sigo sin saber por qué te metiste. -dice, con una curiosidad patente en su rostro. -Ayudaba a unos amigos -respondo rápidamente, y agradezco estar llegando al parking- . Ésa es mi moto -comienzo, se

