Olivia da vueltas en la habitación de el lobo, está nerviosa hace más de 15 horas que curó las heridas de balas de su secuestrador y él aún no despierta. El zorro la mira una y otra vez. Ella está convencida de que si le pasa algo al gran jefe, su cabeza vuela. Pero por suerte el lobo aún tiene pulso.
Flor le da una sonrisa para animarla, pero no puedo hacer lo mismo, cuando afuera de la habitación hay veinte hombres esperando que el jefe despierte o muera. Quien sabe.
-Despertó -dice Flor señalando hacia la enorme cama.
-¿Te sientes bien? -pregunta Olivia acercándose a la cama.
-¿Qué diablos haces aquí? ¡Largo! -grita levantándose.
-Debes recuperarte -dice el zorro acercándose para detenerlo.
-Tu y yo hablaremos -dice amenazando a su amigo.
-Por mi estás vivo, mal agradecido -dice
