- Te callas cabrón…- ordenó el pelirrojo de larga trenza acercándose a paso lento y firme hacía él, que aún era sostenido del brazo. -muy valiente… pero no con un hombre…- mencionó tomándolo del cabello obligándolo así a verle el rostro. - Edrick… eres un desgraciado- escupió lleno de coraje y cierto modo impotencia. - Tal vez… pero no igual a ti- aseguró soltándolo y dándole la espalda. - Sabes que esto te va a traer graves problemas con Antón, ¿verdad?...- le dijo con una sonrisa asquerosa en su rostro, enderezándose a verlo. - Tú no le dirás nada- afirmó volteando hacía él… viéndolo despectivamente, con una sonrisa cínica y de superioridad. Pues a pesar de ser varios años menor que el catedrático… la fuerza y los conocimientos que tenía del mismo, le brindaban la segurid