— Yo conozco hombres que han sido como el mismísimo Lucifer, pero también conocí otros que son grandes personas, de igual manera con las mujeres. — Pues al parecer yo no corrí con la misma suerte. — ¿Acaso no ha habido una buena mujer en tu vida? ¿Ni siquiera tu madre? — Mi madre — él sonrió triste — tienes razón, ella es la única mujer que fue buena en mi vida. Los ojos de Damián estaban cristalizados y supe que estaba conteniendo sus lágrimas, tomé un poco de jugo y anote en el expediente, pensó que no lo miraba y solo así fue que pudo llorar unas cuantas lágrimas, sabía muy bien lo que era contener el llanto y justo por eso trataba darles un poco de privacidad y que así se desahogaron. — ¿Fue? — Ella falleció hace unos años, prefiero no hablar de ello, es algo que me afecta más de

