Al siguiente día Charlotte se quedó en casa de sus padres, la joven intentaba encontrar la manera de persuadir a Lance, pero no encontraba la manera de hacerle ver que lo que le estaba proponiendo era una locura. Su cabeza le iba a explotar si no encontraba una solución para ese problema, y encima tenia a Gaspar llamándola sin cesar, era como si intuyera lo que estaba por pasar. —Mierda Lance, ¿en qué demonios me has metido? Se tumba en la cama mirando el techo de su habitación, esa tarde estaba sola en casa. Sus padres habían salido como siempre, y aunque su madre le insistió que la acompañara a casa de Casey ella se rehusó. Era claro saber que Lance iba a estar en esa casa acosándola todo el maldito día, y lo que menos deseaba era tener que encontrárselo en cada rincón de la casa. A

