***** No la sentí levantarse. Cuando abrí los ojos me encontré solo en aquella pequeña carpa y fui golpeado por la ola de recuerdos de la noche anterior. El exceso de luz hace que proteja mis ojos con el antebrazo para por fin detenerme a pensar en lo que acabo de hacer. Aunque no está a mi lado no me preocupo, supongo que está en las mismas que yo allí afuera, pensando. No voy a engañarme diciéndome que solo estuvo bien y que sexo me lo puede dar cualquier mujer. Esta situación fue diferente, no fui el villano que sedujo a una damisela, no le robé su virtud y definitivamente no fue un servicio ocasional de esos que se pagan. No, algo me atrae a ella y aunque no lo pude evitar ni quise hacerlo, podría llevarme a la muerte si alguien se entera. Todo es culpa de aquella mirada: Tentador

