Ring…Ring…. «suena el teléfono» —Mmmm ¿Quién me estará llamando? Permiso gatita hermosa, debo buscar mi celular —dijo Tessa parándose de su cama. Enseguida, la pelinegra saca el celular de su bolso, y observa que la persona que la estaba llamando era su abuela Francesca. —¡Hola abuelita! ¡Te extraño mucho! ¿Cómo estás? —Muy bien mi nieta hermosa, y cuéntame ¿Cómo te está yendo en la Universidad? Al escuchar esas palabras, Tessa se come las uñas de una de sus manos y se empieza a tocar el cuello, porque sabe que le ha pasado de todo en tan solo dos días; ella quería contarle todo lo que le estaba sucediendo a su abuela, pero decidió callar para no preocuparla y también para que no creyera que se estaba volviendo loca. —Pues excelente abuela, todo ha estado muy tranquilo por aquí. —c

