No se podía negar que la chica estaba sumamente nerviosa, porque por primera vez un lindo joven hablaba con ella y no era para hacerle alguna maldad. El muchacho llamado Anthony emanaba un aura de seguridad y amabilidad. Su físico y su sonrisa hacían que cualquier mujer se quedara encantada con ese joven. —Muchas gracias por ser tan amable conmigo ¿Cómo te llamas? —preguntó Tessa sonriéndole al chico. —Pues me llamo Anthony Hammil y estoy en el segundo año de medicina. ¿Y tu vas a ser publicista cierto? —Si la vida lo permite, pues sí. —Lo lograrás ya verás ¿Y cómo entraste aquí? —Soy becada, en la secundaria me dieron a escoger varias universidades por mis calificaciones, pero decidí mejor esta que está a tres horas de mi casa. —¡Pues bienvenida a Nueva York y a esta Universidad!

