- Pueden compartir el penthouse -
- ¡Nunca! —Gritaron los cuatro juntos.
La recepcionista miro a su jefe con temor. El hombre mayor se cruzó de brazos.
- Lo siento jóvenes —Les dijo el alcalde— Pero todas las habitaciones están reservadas hasta el final de la semana —Explicó.
- Escuche señor no me importa que el maldito hotel este repleto —Contestó HyukJae, y señalo a Hae y Heechul - solo saque a los intrusos de nuestro penthouse, no es tan difícil ¿sabe? -
- Nosotros no nos iremos a ningún lado, tabla andante —Heechul le dijo - tú y tu amigo el caballo son los que se irán -
- Exacto: DongHae se cruzo de brazos mirando al pelinegro con rabia.
*** ••• ***
DongHae entró al ático con los brazos cruzados.
- ¡Increible! —Exclamó - ahora tendremos que compartir el ático con estas dos bazofias -
- Mejor cállate, niñato —Gruño HyukJae, igual o más enojado que DongHae - tu voz me está dando migraña -
- Que bien, espero que mueras de migraña, idiota ...— Se dio la vuelta caminando a la habitación.
Heechul fue a la cocina por un vaso por un poco de alcohol, necesitó relajarse o estaba seguro que asesinaría a las dos personas intrusas.
- ¿No es muy temprano para beber? —Una voz le perdió.
- ¿Y? —Llenó el vaso a sus labios, tomando un sorbo de la bebida.
- Si vamos a tener que vivir juntos necesitamos establecer cuantas reglas —Le dijo, Heechul lo miro alzando una ceja - No quiero estar bajo el mismo techo que un borracho, así que cero alcohol —Trató de tomar el vaso.
- Mira mi rey ... tú no eres nadie para decirme que tengo que hacer y que no —Se acercó hasta quedar a centímetros del otro - si a mí se me da la gana de beber hasta quedar inconsciente, lo hago y punto ¿entendido ? -
Sus ojos se miraron por varios segundos.
- ¿Y si nos besamos? —Siwon le tuvo éxito - digo ... para romper la tensión —Susurró con una leve sonrisa.
Heechul sonrió de lado y se acercó hasta casi tocar sus labios. Se separo riendo.
- Eso solo sucederá en tus sueños, mi rey ...— Le dijo pasando a su lado y saliendo de la cocina.
Por otro lado, HyukJae se sentó en la pequeña terraza sentada en el sofá que estaba ahí. Llevó el cigarrillo a su boca dando una calada, el humo salio de sus labios.
DongHae salió de su habitación, se detuvo al sentir un olor desagradable llegar a sus fosas nasales, miro a la terraza y fruncio el ceño al verlo fumando, abrió la puerta corrediza.
- ¿Por qué estás fumando? -
- Porque se me da la gana —El pelinegro se mostró y lo miro - ¿algún problema? -
- Es asqueroso —Contestó Hae - te agradecería que al menos mientras estemos bajo el mismo techo no lo hagas -
- ¿Y tú quién te crees para decirme si fumo o no? —HyukJae llevo el cigarrillo dando una nueva calada, y dejo escapar en humo en la cara de DongHae - acostumbrado, mocoso ...—
- ¡Idiota! —Le gritó mirándolo como se alejaba.
*** ••• ***
Dos días antes ....
El sol brillaba en lo alto del cielo, los pájaros cantaban y la tranquilidad rodeaba todo ...
- ¡Sal de una maldita vez de ahí! —Golpeó con el puño la puerta del baño.
DongHae gruño y abrió la puerta con una toalla rodeando su cintura.
- ¡Me estoy bañando, patán! —Le dijo enojado - así que deja de fastidiar -
- ¡Llevas una hora y medios ahí dentro! —Respondió evitando que sus ojos graban su cuerpo desnudo - es mi turno -
- ¡Ah no! —DongHae extendió sus brazos obstaculizando el paso del mayor - ahora te aguantas hasta que ... ¡oye! ...— El menor gritó cuando fue alzado como un sacó de papas - ¡bajame! -
HyukJae abrió la puerta de la habitación donde DongHae y su amigo habían dormido, y lo tiro a la cama.
- Quédate ahí —Le dijo saliendo de la habitación, cerrando la puerta.
DongHae se abrió, abriendo la puerta y corrió hasta lanzarse sobre la espalda del pelinegro.
- ¡Ya, salvaje! —HyukJae gritó - ¡quitate de encima! -
El pelinegro logró sacárselo de encima, entre tanto ajetreo fueron a dar al suelo. DongHae gimió al sentir su cabeza chocar contra el piso.
- ¿Estás bien? —Preguntó.
- ¿Ahora te interesa? —DongHae lo miro con el ceño fruncido.
- No me interesa —Contestó el pelinegro rodando los ojos - pero no quiero ser el causante de la posible muerte de un niño -
- Ya ... no soy un niño —Le refutó - ahora ... quitate de encima —Pataleo.
- ¿Por qué? ¿Te pongo nervioso estando sobre ti? —Sonrió de lado - creeme puedo hacerte sentir mucho mejor ...— Susurró cerca del oído del menor, sus manos acariciaron la piel desnuda del grisáceo.
Un escalofrío paso por todo su cuerpo, negó internamente y levanto la rodilla con fuerza dándole en la entrepierna.
- ¡Mocoso idiota! —HyukJae le dijo entre dientes.
- Eso es para que aprendas a no tocarme nunca más —Según acomodándose la toalla y se afectados al baño - patán pervertido ...—