Capítulo 2

2058 Words
Avis solo estaba sumida en un silencio total sentada en un sillón de color marrón. Las voces de sus compañeros discutiendo sobre lo que debían hacer las escuchaba como un eco, parecía que su mente no terminaba de procesar lo que había pasado. Jason rodó la mirada a Avis y después a su amigo Matías. —Está pasando por un momento muy complicado —explicó Matías. —Todos estamos pasando por lo mismo —dijo Jason. Mary comenzó a dar vueltas por la sala desesperada, encontró un pequeño balcón que dejaba ver una gran vista del bosque. Allí dejó salir el llanto en silencio y se sintió derrumbarse poco a poco. —Bien, ¿qué hacemos? —preguntó Jason a su amigo. —Creo que lo mejor es localizar a mi padre, él me dijo que lo hiciera cuando me pusiera a salvo —respondió Matías. —Ustedes, ¿ya habían estado aquí antes? —inquirió Avis. Los dos chicos la miraron fijamente preocupados por su estado. —Sí, había pasado las vacaciones en la cabaña hace tres días atrás que pasara toda esta mierda —respondió Jason. —Avis, ¿cómo te sientes? —inquirió Matías acercándose a ella. —¿Qué voy a hacer ahora? —preguntó ella con la mirada perdida. —Amiga —Matías la abrazó—, siento mucho tu perdida. Avis soltó el llanto con mucha fuerza y Mary entró a la sala, corrió hasta su amiga y la abrazó. Matías también soltó el llanto, mientras, Jason estuvo de pie sintiendo que sus lágrimas quemaban sus ojos. —Mi hermano vivía con su familia en esa ciudad, antes de venir marqué su número, pero no pude saber nada de él —dijo de repente— y no localizo a mis papás. Esta maldita catástrofe… —sintió que su voz se quebró. Se dio cuenta que tenía la atención de sus compañeros, esto lo incomodó bastante y pasó una mano por su cabello rubio, humedeció sus labios para después dejar salir un suspiro. Vio por una ventana algo que lo hizo palidecer por completo y poner los pelos de punta. —Jason, ¿qué sucede? —preguntó Matías. —¡¿Qué mierda es eso?! —gritó el joven sintiendo que su cuerpo se congelaba por completo. Avis se levantó del sillón y caminó hasta estar al lado del joven, después lo hizo Matías y Mary. Todos sintieron su piel erizarse al ver lo más aterrador en su vida. Se trataba de un ser totalmente n***o que volaba por el cielo, vestía un largo manto desgarrado al final y no tenía brazos, tampoco le veían ojos, no se le veía cuello, era más como una especie de óvalo bastante largo que tenía un manto grande. Era bastante largo, de aproximadamente quince metros. En aquel momento el ser abrió lo que podría decirse era la boca y dejó salir un fuerte, tenebroso y horrible grito que les puso los pelos de punta al grupo de jóvenes. Vieron que el ser descendió hasta el bosque y luego subió con una persona entre su boca, después la dejó caer, pero partida a la mitad.  Al parecer todos pensaron lo mismo, debían huir de allí. Así fue como salieron de la cabaña y los chicos con algo de temblor comenzaron a encender las motos. —¡Vámonos! —gritó Matías. Las chicas se montaron en las motos y los jóvenes condujeron a gran velocidad en dirección opuesta a aquel horrible ser. Avis volteó a ver y notó que los estaba siguiendo. —¡Nos está siguiendo! —gritó. —¡Ya lo sé! —soltó con desespero Jason. Subieron una colina empinada y después volaron por los aires, Avis soltó un fuerte grito mientras cerraba los ojos. Para su suerte, Jason parecía controlar a la perfección la moto y no les sucedió nada. Llegaron a la trocha donde poco a poco se adentraron al bosque y no había camino que los guiara. Seguían teniendo a sus espaldas aquel ser, pero no a sus amigos, los habían perdido. —¡Los perdimos! —gritó Avis. Jason volteó a ver a un lado y cuando quiso voltear la vista hacia el frente, había un vacío que los estaba esperando.   Avis no supo qué más pasó, solo se vio subiendo en una nave bastante extraña, a su lado había unos jóvenes de apariencia algo peculiar que vestían un traje n***o estilo militar. —Axon, ¿qué sucede? —le preguntó una joven de cabello violeta y ojos rosados. —¿Axon? —inquirió Avis extrañada. La joven rodó la mirada a una pared que parecía ser de vidrio gris donde se vio reflejada. No era ella, en su lugar, había un joven que conocía bien, era el chico con el cual hablaba en sus sueños, ¿estaba ocupando su cuerpo? —¿Estoy soñando? —se preguntó a susurro. De la nada, todo pareció destellos. Se vio caminando por un largo pasillo junto con un grupo de jóvenes, la luz era grisácea y al final encontraron unas sillas de cristal donde se sentaron, frente a ella se podía ver lo que parecía ser el espacio exterior. Una voz comenzó a hablar un idioma que no era el suyo, pero podía entender lo que decía. Iban a partir a una misión que sería muy peligrosa. Después, lo demás parecía ser lo que sucedía en el viaje. —Avis, debes despertar, estás corriendo mucho peligro —escuchó en su mente. —¡Axon!, ¡Axon! —gritó Avis al darse cuenta que estaba teniendo otro de sus sueños. Así fue como pudo volver a verse en el valle frente al chico y de un impulso corrió a abrazarlo. —Tengo mucho miedo, es horrible lo que está pasando en mi mundo —le dijo. Pero notó que el joven estaba desapareciendo— ¡no te despiertes, por favor! —Avis, estoy en una misión, no puedo dormir —explicó Axon. —Dime, ¿qué hago? —Hay lugares de tu mundo que serán protegidos por mi r**a. Ve hacia el sur, encontrarás un grupo de personas que irán hasta la base más cercana, cuando los veas les dirás que sabes que no son humanos y así ellos te dejarán ir con ellos. Avis notó que todo comenzó a verse borroso y pronto sintió que volvía a su cuerpo, sintió que le faltaba el aire. Al abrir los ojos se dio cuenta que estaba tendida en el piso y sus pulmones pedían a gritos un poco de aire, así fue como abrió la boca y tomó una bocanada de oxígeno. Después rodó la mirada a su izquierda y vio a Jason tendido en el piso con algo de sangre en su frente. A unos metros de distancia de ellos estaba la moto totalmente despedazada y algo que la hizo levantar del suelo de un salto. —¡Jason! —gritó mientras corría a él y comenzaba a estremecerlo para que despertada—, ¡despierta! Jason abrió sus ojos y después tomó una bocanada de aire, llevó una mano a su cabeza para después rodar la mirada hasta el lugar que veía Avis con miedo. Aquel ser estaba con la boca abierta tirado en el piso convirtiéndose en polvo n***o. Los chicos quedaron viendo cómo poco a poco desaparecía el monstruo en silencio.   Después de unos segundos Jason rodó la mirada hasta la colina y se sorprendió por la gran altura. —Avis, ¿nosotros sobrevivimos a esa caía? —le preguntó en un hilo de voz. La joven alzó la mirada hasta el punto fijo que veía su compañero y esto la impresionó en gran manera. No supo qué responderle al chico ya que ella se hacía la misma pregunta. —Vámonos, no quiero estar aquí —pidió Jason. Los jóvenes comenzaron a levantarse del piso, sin embargo, en aquel momento comenzó un temblor que no fue tan fuerte, pero los asustó mucho. Los jóvenes se miraron las caras sin saber qué hacer. —Vámonos —pidió Avis asustada. Miraron la moto que se encontraba despedazada, en aquel momento un gran desespero comenzó a invadir a Avis, trató de calmarse, pero le fue imposible. —¿Cómo vamos a hacer? —le preguntó al muchacho. —Caminemos, hasta que podamos conseguir la salida —explicó Jason. Y así comenzaron una gran caminata en aquel gigantesco bosque, los árboles eran bastante grandes, gordos y cubrían gran parte del cielo. Los jóvenes no sabían cuántas horas llevaban caminando en línea resta hacia el sur, prácticamente era Avis quien decía qué camino debían tomar y Jason le obedecía porque le pareció que ella sabía lo que estaba haciendo. Así fue como pronto salieron a una pequeña colina que comenzaron a subir. Notaron que el cielo se veía bastante nublado y una bandada de pájaros volaba hacia el sur. —Ellos también saben lo que se avecina —dijo Jason. —¿Podremos salvarnos? —No lo sé —confesó Jason. Lastimosamente sus cuerpos comenzaron a pasarles la cuenta de toda esa caminata y los grandes sustos que tuvieron a lo largo del día. La noche comenzaba a invadir el cielo y no se veía rastros de agua por ningún lado. Avis cayó al piso y Jason volteó a verla. —Avis, ¿estás bien? —preguntó preocupado. —Me siento mareada —informó la joven. —Toma mi mano —Jason la ayudó a reincorporarse—, descansemos por hoy, mañana seguro encontraremos la salida, tranquila—. Caminaron hasta un gran árbol y se recostaron a él. Avis al cerrar los ojos la invadió un profundo sueño. Se vio en una habitación blanca frente a Axon quien veía una pantalla de cristal que flotaba frente a él y tenía escritas varias cosas que la joven no entendió. —Axon, sigo con vida —le dijo, pero, al parecer él no la escuchó ya que la ignoró por completo. Avis inclinó la mirada por un momento y después vio que una pared se abrió en dos y de allí aparecieron dos mujeres vestidas de blanco que miraron fijamente a Axon. —Debemos comenzar —informó una de ellas. —¿Le harán daño? —inquirió el joven. —No, redireccionaremos su canal para que no vuelva a comunicarse contigo, ahora tendrá sueños comunes como todos los de su especie —explicó una de las mujeres. Axon hizo desaparecer la pantalla frente a él y dejó salir un suspiro. —¿Está ella aquí? —preguntó la otra mujer. —No. —Comenzaremos —informó un joven entrando al cuarto. Avis no necesitaba muchas explicaciones para saber que hablaban de ella, al parecer para aquellos extraterrestres era estorbo que nunca debió haber llegado. Se acercó a Axon y lo miró fijamente ¿en realidad no la podía ver? —Axon —llamó—, ¡oye! —Te esperamos en el cuarto de operaciones —avisó una de las mujeres a Axon. —Bien —aceptó y después las extraterrestres salieron de la habitación. Al estar completamente solos, repentinamente Axon tomó a Avis de un brazo y la jaló con mucha rapidez. Todo a su alrededor se convirtió en un largo pasillo que tenía una enorme pared de cristal a un lado y mostraba una majestuosa vista del espacio exterior lleno de muchos mundos que eran bastante nuevos para la joven. Ella, quien no podía creer lo que estaba pasando, quedó sin aliento mientras reparaba el lugar, después volvió la mirada a Axon. —Sabía que podías verme —dijo bastante sonriente. —¿Qué haces aquí? —preguntó Axon muy serio. —No lo sé, yo… me duermo y aparezco aquí. —Necesito que no duermas, —pidió Axon— no podemos volver a vernos, podrían detectarte y correrías peligro. Avis esfumó la sonrisa de su rostro mientras veía fijamente los ojos violetas del joven. —¿Nos van a separar? —No lo permitiré. —No me gustaría perderte, ya estoy muy sola —confesó Avis—. Aunque todo esto sea un sueño, me gusta estar a tu lado. —¿Qué estás diciendo? —Axon tornó su rostro algo confuso— nada de esto es un sueño. Axon llevó sus manos hasta el rostro pálido de Avis y la reparó detenidamente. —Te ves muy débil. El rostro de Avis se tornó muy triste mientras sus ojos se llenaban de lágrimas. —Estoy perdida en un bosque, voy a morir —confesó la joven. —No lo harás —replicó Axon—, debes seguir, tienes que ser fuerte. Avis abrazó a Axon y cerró los ojos al poder sentir el calor que emanaba el cuerpo del joven. Aquello la calmó en gran manera e hizo que una gran paz invadiera su interior. —¡Avis, despierta! —escuchó un gran grito. La joven así lo hizo y se asustó al ver a Jason bastante alterado. No era de esperarse, se podía escuchar un gran sonido de aviones de guerra sobrevolando la zona. —¡Tenemos que correr! —informó Jason bastante alterado. Avis se levantó del piso y rodó la mirada por todo el bosque, apenas comenzaba a amanecer y había bastante oscuridad a su alrededor, pero esto no les importó y comenzaron a correr con todas sus fuerzas.                            
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