Por dentro, mi cabeza gritaba:
"¡Claro que es muy pronto! ¡Me despidió como si fuera basura, y ahora me invita de vuelta! ¡Y lo peor, mi hermana loca está a punto de aparecer como un huracán, y yo aquí, comiendo corvina con las manos, como si nada pasara!"
No, no estoy de acuerdo, será una completa locura, pensar, sí, pensar en regresar, ¡no pertenezco a ese lugar!
Tomé aire, comí otro bocado y le lancé una sonrisa.
—La verdad es que, si regreso a la empresa, tendrías que aguantarme otra vez. Y no creo que tengas la paciencia.
Él me miró, serio, como si quisiera desarmarme.
Sí, esa es buena idea, sí, debo mantenerme asi, no puedo aceptar, ya que no se nada.
¿Computadoras? Nooo, con costo sé de teléfonos y ahora eso de computadoras, documentos y no sé que más, noooo.
—Tendría la pa
