**ALAI** Contuve la respiración por un instante, una pausa que parecía alargarse en el tiempo. Luego, suavemente, me giré hacia el lado contrario, dándole la espalda, fingiendo que ya dormía. No dije nada, ni un gesto, ni siquiera un suspiro fingido. Solo permanecí inmóvil, como quien ha aprendido a callar sin rendirse, a protegerse con el cuerpo porque, con la voz, ya había perdido demasiadas batallas. Escuché su paso acercándose, lento y deliberado. Se detuvo a unos pasos, como midiendo cada movimiento, cada respiración. Dentro de mí, una tormenta de pensamientos arremolinándose. ¿Busca calidez… o control? ¿Luz… o certeza? Pero no me moví. En ese silencio, en esa espera contenida, encontré la forma de decir: “aún no”. Se deslizó entre las sábanas, buscando mi cercanía. Inmediatament

