(3)
Las dos tuvimos que ir a una de nuestra cafetería favorita, en donde siempre nos contábamos nuestros secretos. Pero esta vez era diferente, ya que a pesar de que teníamos muchas ganas de decirnos cosas hirientes, nadie dijo nada, hasta que llego la camarera con nuestros cafés.
-Buen provecho. -Dice la camarera, dejando nuestros cafés en medio la mesa, mientras las dos permanecemos calladas.
-Lea, lo siento mucho. -Se disculpa mientras toma mi mano de la nada. -Sé que no debí de haberte dado la espalda, cuando más necesitabas. -Me comenta mientras derrama algunas lágrimas. -Pero me sentía confundida, aún no me cabía en la cabeza que Jasper y tú habían tenido un romance. Y menos que estabas embarazada de él. -Yo misma la miró con algo de indiferencia. Me había costado muchas lágrimas haber pasado por tantas cosas, cómo perder a un hijo y en este momento, no estaba dispuesta a llorar más.-Pero tienes que entender que yo perdí a una hermana, tenía que estar del lado de mi familia.-Ahora explica.-Tenía que apoyar a mis padres, quienes necesitaban de mí.-En ese momento supe que tenía razón, ella debió de estar con sus padre y así lo hizo, solo que sabía que si ella hubiera estado conmigo también, el lidiar con tantas cosas, pudo haber sido más fácil.
-No tienes por qué disculparte conmigo. -Ahora miró un poco mi café, que tiene bastante humo. -Estuviste en el lugar en donde debiste de estar. Sé que para ti fue difícil perder a tu hermana, tanto como para mí fue difícil perder algo que nunca pensé anhelar tanto, hasta que lo perdí. -Hablaba del bebé. -Sé que nunca has tenido un buen concepto de Jasper, lo odias y aborreces lo que hicimos, también no te puedo culpar por sentirte de esa forma. -Murmuré con frialdad tratando de decir la verdad. Jasper no era del agrado de Julia.
-Lea, lo lamento. Sé que llegué a pensar eso, pero ya no lo hago más. -Una vez más toma mi mano, llamando mi atención de inmediato.
-No tienes que estar de acuerdo con esa relación si tu no quieres. -Le aclaré mientras alejaba mi mano un poco de su toque. -No creo que nadie pueda entender el amor que nos teníamos, ni tampoco quiero que lo entiendas. Estuve sola en este proceso y quiero seguir estando sola. -Intente levantarme de mi asiento para irme, pero ella me detiene.
-No te vayas, por favor. -Me suplica mientras que yo no puedo evitar quedarme, solo porque ella me lo pedía con esos ojos de cachorro, que hacían que me sintiera atrapada en un trance. -Sé que es tarde, pero quiero ayudarte. -Me dice la morena captando mi atención. -Sé que Jasper está en la militar, lo cual se me hace demasiado terrible, ya que George ha arruinado el futuro de su hijo. -Me comenta de la nada, mientras en ese momento yo no sabía el paradero de mi querido Jasper.
-¿Cómo lo sabes?-Pregunté mientras la veía directamente a los ojos.
-Mi padre le dio el consejo de llevar a Jasper a ese lugar, tengo hermanastros que acuden a esa misma escuela. -Me comenta mientras es algo que yo desconocía.
-¿De verdad?-Le pregunté sin poder creer que ella tenía hermanastros en ese lugar.
-Sí, mis padres les dieron ese gran futuro a mis hermanos. Es una escuela buena, pero son estrictos y hay muchos chicos no caben en ese lugar si son débiles. -Al saber que la academia era difícil, de inmediato pude darme cuenta que Jasper puede con eso. Es un joven fuerte, tanto físicamente y mentalmente, solo espero que este bien. -Mi padre y tu padre han estado pensando en una forma, para que tu padre vuelva a ser de confianza en esta comunidad podrida. -Yo de inmediato la interrumpo.
-No, él no es mi padre, es George. -Corregí, ya que para mí desde que tuve una relación con Jasper, él había dejado de ser mi padre.
-Lo lamento, George. -Suspira para proseguir. -George se muere por volver a ser el pastor de toda nuestra comunidad. Pronto será el cumpleaños de George y sé que invitaran a Jasper, para que vuelva y esté en el cumpleaños, para que George pueda alardear que tiene un hijo militar. -Yo misma no puedo evitar abrir mis ojos bien grandes, al escuchar lo que Julia me decía. -También sé que quiere volver a recuperar a tu madre, la extraña mucho. -Yo sigo callada mientras escucho lo que tiene que decir para mí. -George quiere evitar que Jasper y tú se vuelvan a ver, es por eso que él no te invitara a la fiesta.
-¡Que sorpresa!-Murmuré sin estar ni un poco sorprendida, por los alcances de George.-Él se mantiene firme con lo que piensa de mí.-Le comente con mucha pena.
-Pero la fiesta será en mi casa, así que yo invitare a tu madre y a ti. -En ese momento no sabía si era la mejor forma de aparecer, después de mas de seis meses, sin verle la cara a George.
-No lo sé. -Murmuré mirando una vez más mi taza de café.
-Tu padre no podrá detenerme, la fiesta será en mi casa, la gente aún sigue creyendo en mi familia, así que él no podrá evitar que Jasper y tú se rencuentren. -La idea de Julia era genial, pero todavía no estaba tan segura si iba a ser efectiva.
-¿Por qué decidiste hacerlo?-Pregunté curiosa, mientras en mi mente se me venía muchos recuerdos, en donde pude ver que Julia odiaba mi relación con Jasper.
-Porque no pude estar contigo cuando más me necesitabas, y sé que lo único que necesitas para volver a ser feliz, es a Jasper. -Empieza lagrimear. Era la primera vez en once años, que veo salir lágrimas de dolor de los ojos de Julia, así que estaba preocupada. -Renunciaste a tantas cosas por lo sucedido, no quiero verte de nuevo llorar por haber perdido a tu bebé por nuestra culpa.
-No fue tu culpa. -Le contesté mientras yo ahora tomaba de su mano.
-Sí lo fue, si no fuera porque llegamos a ese hotel, tú no te hubieras estresado de más, para abortar espontáneamente a ese bebé. -Yo nunca había pensado en eso, pero después de recapacitarlo por algunos minutos, me di cuenta que puedo haber sido cierto. Si no hubiera estado tan estresada, ni tan agobiada por ver cómo tomaban a Jaspe y se lo llevaban, quizás aún seguiría embarazada.
-El doctor nos dijo que las primeras semanas, todas las mujeres tiene riesgos y si pasan por el estrés que pasaste tú, los bebés normalmente no aguantan. -Ahora cubre su cara. -Yo estaba dispuesta a que se llevarán a Jasper, pero nunca pensé que te hiciera daño. -Lentamente su voz se va quebrando. -No puedo dormir con facilidad pensando en que te quite al amor de tu vida, y que también te quite el fruto de ese amor.-La chica de inmediato se quiebra. Así que, por primera vez en seis meses, me levanté de mi asiento y la abracé con fuerza mientras dejaba que llorara en mi hombro. Supongo que para eso estamos las amigas.
-Lo siento.-Murmuré abrazándola con fuerza. Sabía que no era su intención haber hecho que mi hijo no aguantará, pero por mucho tiempo pensé que todos eran mis enemigos. No confiaba en nadie, pero ahora ella me demuestra que estaba dispuesta a ayudarme. Ahora sabía que había una gran oportunidad para recuperar mi vida, recuperar a mi mejor amiga y a la persona que amo. Por fin desde seis meses, podía ver la luz al final del túnel.
*
Así que después de volver a hablar con mi mejor amiga, después de largos meses, regrese a casa, en donde mi madre me estaba esperando. Al entrar a la pequeña casa de solo un piso, me doy cuenta que había un ruido que me llamaba la atención, parecía que alguien estaba sollozando. El llanto provenía de la cocina, en donde mi madre se encontraba cocinando un pay de piña, que sabía de antemano, era el favorito de George.
Ella lloraba mientras lo sacaba del horno, para después mirar de este con desdén. Yo de inmediato me recargo en la puerta de la cocina, sintiendo lastima por mi madre, sabía que extrañaba con todas sus fuerzas a George. Así que lentamente me acerqué, para poder abrazarla por detrás. Ella al sentir mi toque, de inmediato se rompió en dos antes mí, como si fuera una pequeña niña.
-Lo lamento. -Murmuré mientras no podía evitar llorar, al ver la tristeza de mi madre. A las dos se nos había negado el amor, así que la entendía muy bien.
-No tienes porqué. -Me contesta para limpiar sus lágrimas ante mí. -Es solo que no me gusto como quedó el pay.-Pone una excusa tonta, pero es mi madre, la conozco más que a nadie en este mundo. Sabía que extrañaba mucho a George.
-Tienes que detenerte. -Llame su atención, mientras me le ponía enfrente, para que pudiera verme a los ojos. -No puedes ser siempre fuerte ante todos, eres una persona y las personas, también se quiebran. -Le dije mientras limpiaba sus lágrimas, ahora tomando el papel de la madre.
-No es que intente ser fuerte Lea, es que tengo que serlo. -Me contesta mientras toma aire. -Soy tu madre, por mucho tiempo no tuve que cuidar de ti, porque siempre fuiste lo suficiente madura como para cuidarte a ti misma, pero ahora me necesitas. Tengo que aprender a ser madre.
Sabía a lo que se refería y tenía razón, ya que mientras mi madre salía a trabajar para ganar dinero cuando yo era pequeña, yo tenía que ver por mí misma, lo cual lo hacía muy bien. Supongo que es la primera vez que necesitaba que alguien cuidara de mí y mi corazón roto.
Las cosas que tuve que afrontar fueron difíciles, durante meses tuve bastantes pesadillas, en donde gritaba en medio de la noche, recordando cómo perdía a mi hijo. Mi madre fue la única persona, que durmió conmigo para que me sintiera tranquila por la noche, en cuanto estos episodios pasaron. Ella me tenía que decir que solo eran sueños, a pesar de que en mis sueños parecían tan vívidos y reales.
Mi madre incluso tuvo que afrontar al profesor Cameron, quien un día vino a mi casa, para atormentarme de nuevo. Pero ahora que todos sabían sobre mi secreto, no tenía nada más que ocultar. Él era la persona que tenía mucho que perder, así que mi madre al darse cuenta que me estaba molestando, lo afronto para correrlo por completo de esta comunidad.
-Deje esta comunidad antes de que ponga una denuncia, por abusar de mi hija. ¡Maldito enfermo! -Le dice mi madre al profesor Cameron, quien aún no entiende que lo que hizo fue grave. -Usted abusó de una menor de edad, ¿quiere ir a la cárcel? ¿O aún quiere hacer quedar mal a mi hija, por lo que paso con su hermano? -Preguntó mientras levantaba una ceja. -Yo elegiría dejar este estado, antes de que la policía me encarcele, por obligar a una joven a hacer algo que se considera pornografía. -Él no tuve que decir nada, él había hecho lo correcto después de que mi madre lo afrontara. Y así como llegó a esta ciudad, así se fue el profesor Cameron.
Por mucho tiempo pensé que el profesor Cameron era una buena persona, pero después de mucho pensar, me di cuenta que era una persona atormentada, que quería a cada una de sus musas, en una posición en donde el mandara y tuviera el control de la situación. Ahora no puedo dudar, que el profesor Cameron, tal vez obligó a esas mujeres a posar para él.
Aún recuerdo su sonrisa que parecía ser bonita ante los ojos del mundo. La única persona que sabía que aún lo seguía idolatrando, era Charlotte, quién gracias a la ayuda del profesor Cameron, pudo entrar a la universidad de artes de Nueva York, dejando este lugar en cuanto pudo. Desde que se fue no he sabido nada de ella. Supongo que su relación con Julia no funcionó, pero aún dudo que Julia quisiera seguir teniendo alguna relación con ella.