(6)
Así que mientras Jasper se estaba quejando por el golpe, la joven va a su auxilio, mientras que yo me mantengo apenada en mi lugar. -Por favor…-Me pide mientras veo como la joven nos mira algo confundida.
-¿Qué pasó?-Le pregunta la joven chica a Jasper, mientras ve cómo su labio empieza a sangrar. Yo solo quería retirarme, pero de nuevo escucho su voz, que detiene mi caminar.
-¡Lea, necesitamos hablar!-Dice el joven tratando de volver a su posición, mientras alejaba un poco a su querida Georgina. Pero solo puedo mirarlo con dolor, mientras que mi silencio lo decía todo. No quería hablar con él, ya que lo único que quería hacer en ese momento, era aventarme desde un último piso, como lo había hecho Meredith para terminar con facilidad su dolor.
Pero la persona que decidió romper la tensión entre nosotros, fue la chica de Jasper, quién empezó a hablar mientras nuestras miradas estaba tensas.
-Lamento haber interrumpido, pero solo vine aquí para ver si todo estaba bien. -Me comenta la joven chica de piel cocoa, mientras sus sonría es hermosa. -Soy Georgina. -Se presenta mientras que yo sigo en mí misma posición, callada mientras veo como se acerca hacia mí, para tomar mi mano y estrecharla. Su presencia para mí era como un dolor de culo, así que, con indiferencia, solo pude decir:
-Mucho gusto. -Así que una vez más intente huir, pero a pesar de que quería hacerlo, Jasper no paraba, él quería hablar conmigo definitivamente.
-Te llevo a casa. -Dice Jasper mientras me ve con esa mirada esmeralda, que hace que me derrita como un helado en verano.
-Puedo caminar. -Le contesté mientras trataba de evitarlo.
-La casa está muy lejos, por favor…-Pero antes de decir algo más, Georgina nos interrumpió.
-Creo que iré con tu padre, para que ustedes dos puedan hablar. -Yo solo me mantengo fría en mi lugar, mientras pasa una mano por el hombro de Jasper, en forma de apoyo. Pero en mi cabeza solo sabía, que era yo la que tenía que estar ayudándole, dándole aliento, tocando su hombro. Pero ahora había otra mujer para él.
Y cuando la chica se fue, por fin pude descongelar mi cuerpo.
-Solo llévame a casa. -Murmuré mientras tragaba mis lágrimas, subiéndome a su viejo auto, que supongo George le dio cuando llegó al pueblo. Y cuando estuve dentro del auto, estaba decidida a escucharlo por última vez. Sabía que necesitaba algo, para poder seguir con mi vida, pero jamás pensé que esta fuera la forma, de poder darme cuenta que había gastado mi tiempo por alguien al que creía amar con todas mis fuerzas.
El joven prendió el auto, conduciendo mientras que nadie pudo decir nada en ese lapso de tiempo. Así que solo se tardó unos minutos en llevarme a la casa de George, en donde me doy cuenta que él piensa que vivo.
-Esta no es mi casa. -Le dije con frialdad, mientras seguía mirando al frente.
-¿Qué?-Pregunta el castaño mientras se le escucha sorprendido.
-Desde que te fuiste cambiaron muchas cosas. -Le comenté mientras aún seguía mirando, esa casa que algún día fue mi hogar. -Nuestros padres se separaron, así ahora mi madre y yo, vivimos en la casa vieja de los Maxwell.
-¿Pero por qué se separaron?-Pregunta mientras que no sabe muchas cosas. Supongo que su padre no lo ha mantenido al tanto de todo lo que ha pasado, desde que se fue. -Si siempre se amaron. -Yo de inmediato me mofo un poco de lo que está diciendo. ¿Amor? ¿Él estaba hablando de amor? Yo pensé que él me amaba.
-El amor no detiene la vida de los demás. -Le dije con mis labios secos, mientras ahora miraba hacía la ventana, para que él no pudiera notar que mis lágrimas caían de mis ojos cansados. -Creo que el amor no dura. -Murmuré con tristeza, mientras lo miraba. -Incluso si lo esperas. -Pronuncie con odio. -Ahora solo quiero que me lleves a la casa de los Maxwell, tienes todo el camino para decime porque te casaras. -Parecía estar harta de todo, parecía que en verdad quería ser fría con él.
Y así como empezó a moverse el autor, él empezó a hablar.
-Cuando me obligaron a entrar a esa escuela militar, no pude evitar creer ser la persona más miserable de este mundo. Y como sé que soy menor de edad, no podía decidir el nuevo camino de mi futuro. Así que decidí sobrevivir a pesar de que traté huir muchas veces de ese lugar. -Suspira mientras el auto sigue andando. -Me comportaba como un niño, queriendo salir de ese lugar, como si de mi vida se tratara. Pero un día comprendí, que nadie dejaría que nuestro amor se diera. - Ahora toma aire, para poder proseguir. -Mi padre vino varias veces a visitarme. Muchas veces ni siquiera trataba de ir, solo me negaba a verlo, pero cuando lo vi, pude darme cuenta que él quería que siguiera con mi vida. -Ahora yo lo miró mientras veo como George le ha lavado el cerebro. -Él me dijo algo que es real, tengo que dejar que seas feliz, te tengo que dejar volar. -Ahora mismo yo siento como esto, era como un Déjà vu. Era como si todo lo que hubiéramos pasado y enfrentado juntos, fuera borrado por las palabras de George. -Y supongo que lo entendí, así que también intenté encontrar mi felicidad. -Y en cuanto dijo “Felicidad”, me empecé a sentir muy mal, ya que para mí él era mi felicidad. -No te diré que la amo, pero tampoco te diré que no la quiero. -Suspira mientras estaciona el auto, enfrente de la casa Maxwell. -Me quiero casar, porque sé que, si me caso, tu seguirás con tu vida. Debemos de hacerlo. -Pero a pesar de que él estaba haciendo esto, supuestamente por mí, era tan egoísta de su parte que el decidiera casarse, así que lo único que pude hacer en ese momento frustrante, fue reírme a carcajadas como una loca.
-Tienes razón.-Le contesté mientras aún me seguía riendo, haciendo que mis lágrimas de dolor salieran y se camuflaran con mi risa.-Debemos seguir con nuestras vidas.-Pero cuando lo miró, él sabe que no estoy tomando muy bien las cosas que me está diciendo, en parte sabe que todo lo que estaba a punto de decir, era falso.-Tenemos que seguir con nuestras vidas.-Ahora limpio mi cara.-Tú te casaras con esas mujer, pero sé que primero terminaras la universidad.-Pero antes de que siguiera con lo que iba a decir, él me comenta algo que me deja los vellos de punta.
-No me iré, los dos pedimos permiso para poder arreglar la boda. -Me comenta mientras yo lo miró con dolor.
-¿De qué hablas?-Pregunté con mis ojos bien abiertos.
-Regresamos para casarnos, pensamos quedarnos para planear la boda. Después regresaremos a la universidad y la terminaremos. -Todo había empeorado, cada cosa que salía de su boca, me dolía aún más, así que solo decidí acortar nuestra plática.
-Me da gusto. -Así que, sin más, bajé del auto con mi bolso mientras caminaba hacia la puerta de la casa, pero escucho como él se baja del auto, para intentar alcanzarme, pero cuando estaba a punto de cerrar la puerta de la casa, él pone su pie para impedir qué cerrara la puerta.
-Lea, todo lo que te dije, no significa que no te amé. -Me dice mientras que yo solo quiero plantarme a llorar enfrente de él como un bebé sin consuelo. -Te amo más que a nadie en el mundo. -Pero me mantuve en pie, era la primera vez en mucho tiempo, en el que no me ponía a llorar como una niña, todo mi dolor estaba precisamente en mi estómago, como una bomba de tiempo.
-Vete. -Termine diciendo mientras él sacaba su pie de entre la puerta, permitiéndome cerrarla bien. Después solo espere a que su auto dejara el lugar, mientras lo veía por una ventana que daba al jardín.
Y cuando se fue por fin, empecé a respirar con normalidad, rompiendo en llanto en medio de la casa. ¿Quién diría que esto pasaría cuando se trata de amor?