Por Javier Volvimos a la casa y estaba Carmencita poniendo los platos, nos había preparado tres ensaladas de distintos gustos y unos bifecitos a la plancha, a punto, riquísimos. -Carmencita, te salieron exquisitas las galletitas caseras de ésta mañana. Me mira sorprendida. -Yo no hice nada Javito. -¿Quién las hizo entonces? -Yo. Dice una tímida y muy ruborizada Camila. -¿Por qué no me lo dijiste esta mañana? Le reprocho. -No pensaste en ningún momento que podía hacerlas yo y te gustaron tanto, que me dio cosa decirte. -¿Sos tonta? -¿Ves? Enseguida comenzás con tus agravios. -¿Dónde aprendiste a cocinar? -En la fundación, siempre se las hago a los chiquitos. Me cambió la cara ¿Por qué les hacía galletitas a los chicos de la fundación? Quiero que me las haga solamente a mí.

