Por Javier La beso y juro que no puedo parar, no puedo alejarme de ella, no tengo tanta fuerza de voluntad, si ella fuera distinta tal vez podríamos estar juntos y ser una pareja. ¿Qué mierda estoy pensando? Jamás se me cruzó por mi cabeza tener pareja, tal vez en 10 ó 15 años, pero habiendo tantas mujeres y con lo joven que soy, no perdería mi libertad por nadie, nadie se merece tenerme en exclusividad. Pero no la suelto, voy a su oreja, bajé hasta su cuello, Camila suelta un ¿Gemido? Por Dios, mi excitación está a mil, le empiezo a desabrochar la camisa que tiene puesta, ya no me conformo con sentir sus pechos a través de la blusa y su corpiño, quiero sentir su piel. Vuelvo a su boca mientras que mis manos terminan de desabrochar el último botón y las meto por debajo de su corpiño de

