Ser la Zarina no había estado en sus planes desde hacía mucho tiempo, pero ahora ya no importaba lo que ella quería, sus hijos estaban primero y el hombre con el que se casaría no le era del todo indiferente, de hecho no le era nada indiferente, estaba más sexy y apuesto que nunca, pero dijo tantas veces que no haría aquello que ahora planeaba que sentía que de alguna forma se traicionaba a ella misma al tomar aquella decisión, por eso al terminar su reunión con Alexei se fue a la piscina, estaba junto a sus hijos tomando el sol con los guardias a una distancia prudente como para no asfixiarla, pero si algo le quedo claro era que Okuma no se iría y que estaría siempre con sus hijos y no había nada que ella pudiera hacer al respecto. Le dolía la cabeza, estaba pensando en tantas cosas que

