Capítulo 5

1589 Words
Pov Helena Me tiró a la cama ah suspiro creo que se me está haciendo costumbre suspirar por Maximiliano, está noche fue la mejor cena que hasta el momento logro recordar pero para mí siempre va ser una de mis noches favoritas, caminar por el césped alrededor del lago es lo más hermoso que he vivido al lado de Maximiliano aunque cuando estábamos tomando nuestros chocolates ninguno pronunció palabra alguna pero el silencio, fue testigo fue de todo lo bonito que siento por Maximiliano, no se a que horas logré quedarme dormida solo se que la luz brillante del sol ha entrado por la ventana impidiendo que siga con mi sueño, así que me estiró para relajar mis mis músculos, terminó por levantarme e ir directo al baño para darme una ducha con agua caliente abro el grifo y dejo que el agua corra por mi piel haciendo que mi cuerpo se termine de relajar completamente, salgo de la ducha y tomo la toalla que segundos antes había dejado en un borde de la tina, seco mi cuerpo tocó mi ropa y puedo sentir que ya se encuentra seca a si que vuelo y me la pongo me miro al espejo y arreglo un poco mi cabello ya que lo tengo bastante largo, Maximiliano alguna vez me comentó que el día del accidente mi cabello era corto, me imagino que creció al estar dormida por más de un año, termino de darme el último retoque y salgo de la habitación en busca de Maximiliano, salgo y puedo sentir su aroma por el corredor definitivamente si aroma es exquisita, camino por dónde dejo el rastro de su aroma llevándome hasta la cocina, entre sin previo aviso y a hi está el tan perfecto como siempre con su perfecta barba recién afeitada su camisa totalmente impecable y su ojos sus bellos ojos que hacen que quiera perderme en ellos —Buenos días Helena, ¿Qué tal tu noche? —pregunta con una charola de comida en sus manos. —Bien —digo terminando de entrar a la cocina —Ven toma asiento que ya está listo el desayuno me imagino que debes tener hambre, —asiento con mi cabeza pues mi estómago ha empezado a despertar y con ella la segunda guerra mundial, Maximiliano sirve un enorme desayuno como para alimentar a toda una comunidad, miro todo y se me hace agua la boca miró pero no sé que tomar son tantos alimentos juntos. —Anda toma lo que quieras, y deja de pensar tanto, —me mira de reojo con una pequeña sonrisa en sus labios, haciéndome sonrojar por unos instantes, así que para romper el momento tan incómodo tomo un plato y empiezo a servirme el desayuno tomo un poco de huevos con tocino y algo de fruta picada miro a Maximiliano y veo que no me ha quitado la mirada de encima haciendo que mis nervios se incremente dejando caer un trozo de fruta de mi boca, miró a Max y deja salir un suspiro lleva una mano hasta donde están las servilletas toma una y la dirige hasta mi boca para limpiarla pasando su suavemente su mano por mi boca haciéndome sonrojar por unos instantes debido a su cercanía pero toda la magia se rompió al escuchar el timbre de su celular, quien lo toma y se levanta de la silla para contestar después de unos segundos termina la llamada y con ella también termina el desayuno pues Maximiliano se disculpó por terminar de desayunar conmigo porque tenía un asunto pendiente en el hospital que era de extrema urgencia, me despido de él quedando completamente sola en esta enorme casa sin nada que hacer pero recuerdo haber escuchado a Maximiliano decir que no tenía muchacha de servicio así que en forma de agradecimiento he decidido ayudar un poco con los que haceres del hogar busco las cosas para empezar hacer oficio revolcando prácticamente que toda la cocina hasta dar con ellas, como no tengo ropa no más la que llevo puesta me dirijo hasta el closet de Maximiliano para ver si tiene una prenda que no utilice wala, he encontrado una blusa enorme bueno me imagino que a él le queda perfecto pero a mí me queda hasta mis muslos la tomo ya que la blusa en cuestión está un poco vieja y algo manchada y no creo que a Maximiliano le importe si la tomo me despojo de mi ropa y me pongo la blusa me dirijo hasta la sala y pongo algo de música, y empiezo hacer oficio, muevo prácticamente que todos los muebles alzó uno que otro para limpiar el polvo creo que la limpieza de esta casa me va llevar por lo menos una semana, terminó con la sala y voy de nuevo hacia la cocina pongo la lavadora a funcionado para lavar la ropa sucia de Maximiliano que se encuentra en el cesto de ropa sucia dejo que la lavadora haga su oficio y voy de nuevo a la cocina miró la hora y veo que es hora de almuerzo supongo que Maximiliano no viene almorzar, así que busco en la cena algo que cocinar miro y lo primero que veo es pasta se me hace agua la boca no sé si antes de perder la memoria me gustaban tanto lo que si se es que tan pronto las ví se hizo agua la boca tomó una olla y la pongo sobre la estufa con un poco de agua hirviendo voy a la nevera y saco algunas salsas y un poco de pollo con algo de verduras, mientras termina de preparar la pasta sigo bailando al ritmo de música contorneado mis caderas de lado a lado por la melodía tan pegajosa. Continuo bailando, al ritmo de la música sin dejar de preparar la pasta, pero quedó inmóvil al escuchar la voz ronca llamarme, es Maximiliano por dios y yo en estás fachas —Helena, ¿Dónde estás? —escucho a lo lejos, corro y apagó el sonido para que no escuché el gran desorden que tengo —Hola Helena llevo rato llamándote dónde estabas. —Siento mis mejillas tornarse rojas pues me muero de la pena que Maximiliano me vea con su camisa puesta sin su permiso —Lo siento, no te sentí llegar, —agacho mi cabeza y me disculpé como si hubiese cometido el peor de los pecados, —vine por ti a llevarte almorzar pero el tráfico estaba un poco pesado y por eso me demore en llegar. —Termina de entrar por completo a la cocina pasando por un lado mío para dejar su delicioso aroma, toma un vaso y abre el grifo para servir un poco de agua —No es necesario yo prepare algo de comer ya almorzaste o te sirvo —digo acercándome a las ollas que acababa de apagar —No he almorzado con gusto almorzamos los dos juntos, —le hago señas para tome asiento mientras tomo dos platos para servir la comida sirvo un poco de pasta con salsa de champiñones y Vegetales picados y pechuga al vapor con jugo de fresa para tomar ****** Pov Maximiliano En toda la mañana no he dejado de pensar en Helena en lo hermosa que se ve cuando se pone nerviosa pues sus mejillas tienden a tornarse rojas, tanto que no he podido concentrarme en la pequeña junta de estudio sobre un paciente, no he dicho ni una sola palabra aflojó un poco la corbata pues este calor me está matando —Señores creo firmemente en su criterio, yo debo retirarme por favor mantenme informado sobre el paciente en cuestión —, la mayoría de los médicos asientos y sin más ni nada salgo corriendo hasta mi auto para ir a casa quiero invitar a almorzar a Helena se lo debo por lo de la cena de ayer, conduzco pero hoy en especial el tráfico está imposible miro mi reloj y veo que ya es más de la 1:00, Helena debe estar muerta del hambre, pero el tráfico no colabora puedo ver qué más adelante hay dos autos que se chocaron, pero afortunadamente para mí llegó el oficial de tránsito unos dio vía conduzco lo más rápido posible hasta llegar a casa veo la hora y ya son casi las 2:00 de la tarde abro la reja y conduzco hasta estacionar mi auto, me bajo y al introducir, la llave en la puerta puedo escuchar que hay música en toda la casa, entró y llamó a Helena pero ella no responde voy hasta su habitación pero nada, voy al lago pero es como si se estuviera escondiendo de mi, camino por la sala y todo huele a limpio hay algunas cosas que no están en su lugar incluido algunos muebles solo me preguntó cómo hizo para moverlos, sigo mi camino hasta la cocina y quedó con mi boca totalmente abierta pues ahí está ella bailando sexi mente con mi camisa favorita que por supuesto le queda perfecta la hace ver más bella y sexi de lo que es, no entiendo cómo la encontró se supone que la tenía en uno de mis cajones, pero que más da a ella le queda perfecta sus piernas grandes y tonificadas y ese movimiento de calderas que está haciendo hace que un pequeño amiguito quiera despertar, me siento como un grandioso imbécil por estarla viendo de tal forma así que sin que ella lo noté salgo de la cocina par volver a entra para que ella note mi presencia
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