Pov Helena Llegamos a casa después de una noche no muy agradable, pues por un lado Samantha y por el otro Pablo, la verdad ninguno de los dos me inspira confianza. —En que tanto piensas —dice Maximiliano sacándome de mis pensamientos, giró y muevo mi cabeza, su linda sonrisa me recibe. —En nada, solo lo afortunada que soy —respondo tomando su mano, él asiente y termina de tomar la taza de café dándole el último sorbo. —Amor, qué te parece si también nos damos otro día de descanso mañana, —lo miro a la cara y tiene una sonrisa dibujada en su rostro, me gustaría saber qué estará pasando por esa mente, lo vuelvo a mirar y sonrió, lo adoro. —No claro que no, mañana volvemos a trabajar, pero por ahora quiero ir a dormir, estoy exhausta —resopla y asiente con su cabeza y se levanta de

