Pov Helena
Maximiliano decidió que saldríamos pero no en el auto, si no caminando ya que eso iba a servir bastante para nuestra salud y aquí estoy de la mano de Maximiliano caminando por la gran ciudad, debo admitir que está sensación me gusta sentir el tacto de Max, nuestras manos encajan perfectamente, es como si hubiesen sido diseñadas para estar juntas y unidas, hace recorrer una fuerte corriente por todo mi cuerpo, se que no debo hacerme ilusiones con Max pero que puedo hacer si momentos como este hace que quiera morir y volver a resucitar siempre y cuando siempre sea en sus brazos, seguimos caminando y no he prestado atención al paisaje sólo mi mirada está posada en nuestras manos que todavía están entrelazadas, paramos en frente de un enorme edificio, Maximiliano me jala para que
