Shawn y Noel habian corrido tras ellos y tarde llegaron cuando ellos ya se habían ido.
Mairym llegó detrás de ellos_ ¿Que pasó?
Noel grito de frustración y Shawn sacó su celular, queria ver la ubicación de Alaya.
_ Demonios, dejó aquí su celular_ se frustró.
_ No la podemos dejar a su merced, Shawn. El esta en estado salvaje_ Noel gritaba.
_ Chicos ¿que paso?_ el señor Nolan llegó hasta ellos.
_ Se la llevó, papá, la subió al auto a saber Dios donde se dirige_ Noel estaba rojo de coraje.
Shawn no lo podia creer y Mairym sonreia de medio lado. Tampoco a ella le gustaba Fedra y estaba feliz de que Kael no se hubiera casado con ella y que eligiera a Alaya.
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Kael condujo por un tiempo.
_ ¿A dónde vamos?_ Alaya preguntó.
_ Renté una cabaña en las afueras de la Ciudad.
La había rentado para la luna de miel con Fedra.
Era una casa en una zona alejada muy bonita y espaciosa con grandes ventanales y exquisita decoración.
Y lo mejor de todo aislada.
_ ¿Porque haces esto? apenas si me conoces.
Kael gruñó_ tu olor me atrajo, sabes de mi naturaleza. Cuando un hombre lobo encuentra a su compañera lo deja todo oara centrarse en ella.
_ ¿Es solo instinto?
Kael negó_ es mas que eso.
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Kael caminó hasta la puerta con Alaya en brazos_ Bienvenida a tu casa.
_ Kael, bajame_ Alaya pidió.
Él no lo hizo, entraron y se encaminó a la habitación principal y la dejó en la cama espaciosa.
_ ¿Por que me trajiste aquí?_ Alaya estaba nerviosa.
_ Eres mía, mía para proteger, mía para amar, mi compañera_ Kael acarició sus mejillas.
_ ¿Que quiere decir eso? tu...te casaras con Fedra.
Kael gruñó_ No la menciones, amor. Tu eres para mi. Esa perra francesa no lo era.
_ Yo... tengo que volver_ Alaya dijo en un hilo de voz.
_ No, ahora me perteneces, caperucita, ¿no lo sientes? _ Kael la besó. Un beso largó. Tierno al principio y luego demandante.
Alaya sentía una corriente electrica por su cuerpo y sus labios, ohh sus dulces labios.
_ Karl_ ella gimió cuando él pasó sus labios por su cuello.
Él sonrió y aumentó la presión_ eres increible.
_ Esto...esto esta mal, por favor_ Alaya trataba de alejarlo, pero era fuerte y no se movió nada.
Karl acarició sus piernas_ nada de esto esta mal, caperucita. Nada esta mal entre tu y yo, te deseo.
Él tenía la voz grave inundada de lujuria.
_ No quieres esto, cuando te des cuenta de que has cometido un error lo lamentarás_ Alaya trataba de bajar su vestido que él lo habia subido por sus muslos.
_ El error habría sido casarme con Fedra, pero contigo no hay ningun error, no lamento tenerte entre mis brazos, ni besar tus dulces labios ni desearte_ Kael volvió a reclamar sus labios.
Alaya volvió a sentir aquella descarga y ahora la sentía en su vientre.
_ Dulce Luna, estas hecha para mi_ Kael pasó sus manos por su espalda buscando el cierre de su vestido.
_ Kael, por favor para esta locura_ Alaya tenía la respiración y el corazón agitados.
_ Locura es la que siento por ti, Caperucita, me encanta que vistas de rojo_ Kael encontró el cierre y lo bajó delicadamente.
Alaya se removía en sus brazos_ por favor, no quieres esto.
_ Claro que lo quiero y lo deseo_ Kael volvió a besarla y Alaya se derritió en sus brazos.
¿Porque se sentía de aquella manera, tan caliente, tan suya, tan....?
Se deslizó a un lado y se paró de la cama y el vestido se deslizó hacia abajo dejandola en ropa interior.
Se cubrió con sus manos y retrocedió ante la vista de Kael que la miraba como un depredador mira a su presa.
Ella trago saliva.
_ Eres todo un tesoro, Caperucita_ Kael se levantó despacio mirandola de arriba hacia abajo.
Ella se mordió el labio. Kael siguió esa acción con total fascinación desabrochando su ropa para dejarla caer en el suelo descuidada.
Alaya jadeó al ver su torso desnudo y bien formados musculos. Kael sonrió_ ¿Te gusta lo que ves?
Ella volvió a tragar saliva y desvió la mirada sonrojandose.
_ Soy tuyo, puedes tocarme cuando quieras, mi Caperucita_ Kael daba pasos lentos hacia ella.
Alaya sacudió la cabeza_ no quiero_ soltó con voz estrangulada.
_ Tu boca dice una cosa, pero tu cuerpo dice otra muy diferente, puedo oler tu excitación_ Karl se lamió los labios.
Alaya miró hacia la puerta. La mas proxima era la del baño.
Kael movió la cabeza_ no escaparás. Puedes intentarlo, si quieres, me gusta cazar a mi presa.
Ella bajo las manos y el lobo dentro de Kael se agitó.
Entonces Alaya aprovechó su distracción y corrió al baño cerrando la puerta con seguro.
Kael fue hasta ahí y toco la puerta_ abre.
_ No, estas loco si crees que estaré contigo_ Alaya veía a todos lados del baño, tenía una ventana grande, cabría por ahí.
_ Vamos, mi amor, abre, se que no tienes tu celular, no puedes escapar, aun si lo intentaras ¿a donde irias? Estamos aislados y esta casa esta en un lugar remoto_ Karl la deseaba y sus pantalones eran testigos de ello. Su lobo estaba aullando dentro de él.
Alaya sabía que no podía hacer nada, era verdad, aunque lograra salir de ahí, ¿correr hacia donde?
Oyó el pestillo ceder, agarró una toalla y se cubrió.
Karl abrió la puerta y se acercó a ella_ no te cubras, Caperucita, mi lobo esta queriendo tomar el control.
Ella negó_ por favor dejame ir, tus padres han de estar muy preocupados por nosotros. Por favor. No hagas esto.
Kael gruñó y la tomo en brazos, la llevo a la cama y la ancló debajo de su cuerpo. Retiró la fea toalla que la cubría y reclamó de nuevo sus labios con hambre.
Sus manos subieron hasta sus pechos acariciandolos. Haciendo que sus pezones se erizaran por el contacto, lamiendo su cuello, su clavicula hasta el nacimiento de sus pechos.
Alaya cerró los ojos con placer e inconscientemente arqueó su espalda dandole acceso a sus pechos.
Kael sonrió ante eso y su mano desabrochó en broche de su sosten.
Dulces pechos se mostraron ante sus ojos en tono rosado, él los lamió con hambre haciendo gemir a Alaya.
Sus manos vagaron hasta sus bragas y las bajó por sus piernas. Una de sus manos tocó su monte.
Dulce Luna, la mujer se depilaba. Kael gruñó y gimió.
Sus labios bajaron por su vientre hasta su monte y abrió sus piernas.
Ella reaccionó y quiso cerrarlas_ Kael, por favor no.
Él bajo a su centro y lamió, por unos segundos todos sus sentidos estaban descontrolados, sus ojos se volvieron negros, entonces él chupo, mordió y lamió a la mujer que gemía ante las sensaciones intensas que no le provocaba.