[1]Estoy muy asustada. Ayer fui a la clínica del doctor Anderson porque me había sentido mal. Los síntomas que tenía me hicieron sospechar de algo que me confirmaron en la visita al doctor: que estaba embarazada. Me hizo inmensamente feliz, pero al mismo tiempo temía por mi vida.
Un bebé, ¿puedes creerlo? Un pedazo de mi ser, de mi alma. Todavía no le he dicho nada a Richard porque quiero preparar una sorpresa, pero eso no es lo que me aflige. Lo que me tiene preocupada constante es algo oscuro y siniestro. No he sabido enfrentarme a ello, me duele pensar que toda esa maldad pueda llegar a mi bebé. Pero nunca lo permitiría. Él suele ser muy audaz. La noche pasada pude sentir que alguien me observaba. Saqué el espejo y miré a través de él hacia atrás, pero no había nadie. Cogí con fuerza e
