A horas de la madrugada el rescatista de guardia se levanta de su silla para ir a por un poco de café, mientras que lo sirve siente que ya no podía soportar más el trasnocho. Pero era su turno y debía soportar. Cuando su taza ya estaba llena, regresa a su puesto para esperar la llamada de cualquier emergencia que se presentara, pero antes de poder sentarse en su silla observa una luz naranja parpadear varias veces. Frunce el ceño y se acerca a la máquina. —¿Qué es esto? —aprieta un par de botones y es cuando se da cuenta de que era un mensaje en clave morse, el joven parpadea y termina por tomar asiento para luego dejar la taza de café a un lado —. ¡Clave morse! ¿es en serio? Esto casi ya no se usa. Ellos poseían los implementos para recibir ese tipo de mensajes, pero por lo general y

